Boca del Río | 2023-03-12
Con el uso temprano y frecuente de los audífonos, consecuencia del confinamiento por la pandemia de covid-19, menores podrían empezar con pérdida auditiva a partir de los 10 años de edad, señaló la doctora Ana María Flores Lechuga, presidente de la Asociación Mexicana de Comunicación, Audiología, Otoneurología y Foniatría.
La especialista afirmó que la exposición constante al ruido, a través de audífonos y a un volumen alto puede llevar a la pérdida de audición, problema que era común en personas mayores de 50 años.
Sin embargo, el uso temprano y más prolongado en menores, derivado al confinamiento y las clases en línea, generará que desde pequeños empiecen a presentar problemas auditivos.
“Ahorita en esta época de pandemia nos llevó al home office, la mayoría de la gente utiliza sus audífonos y los niños fueron los que más lo llegaron a sufrir porque están encerrados, se usaban los audífonos y eso nos hace mayor exposición al ruido, entonces a la larga nos va a tener una pérdida auditiva de manera temprana. Si antes eran mayores de 50 años, pues ahorita a los 10 años ya pueden empezar con una pérdida por la exposición y por el daño inducido por el ruido”.
Dijo que la perdida de la audición puede ser mínima, pero, dijo que si es algo que se prevé va a pasar por esta exposición al ruido que se tuvo en pandemia.
La pérdida de audición en niños generar problemas para adquisición del lenguaje y en el aprendizaje.
Adultos
En cuanto a los adultos, la presbiacusia (pérdida de audición relacionada con la edad), también puede presentarse en población más joven debido al uso prolongado de audífonos.
“Igual de manera temprana, generalmente la presbiacusia se presenta de los 40 a 50 años, va progresando; pero ahorita con esto del home office ya no fue así, ahorita de los 30 pueden estar teniendo esta pérdida auditiva”. Comentó.
La especialista aseveró que si se modera el uso y volumen que se le da a los audífonos puede evitarse dichos efectos negativos.
“Sí, de hecho, tiene que ser una exposición constante a este ruido, y tiene que ser una exposición más de 9 horas a 90 decibeles para que nos dé un trauma acústico o un daño inducido por ruido. Pero si nosotros lo llevamos a moderar, es decir que no lo usemos a esas intensidades, pues si nos va a ayudar a que no se presente, pero actualmente la mayoría de las personas lo usamos muy alto”.
Para medir el número de decibeles, hoy en día hay aplicaciones que se pueden descargar para vigilar que se tenga un nivel adecuado el ruido al que se está expuesto.
Puntualizó que al notar problemas en la audición el paciente debe acudir pronto a consulta con un audiólogo, ya que si se espera más de un mes en recibir atención la perdida va a ser definitiva.