| 2025-04-29
"Es un momento histórico, no sólo para Veracruz, sino para América Latina y el mundo", afirmó María Lilia Viveros Ramírez, quien actualmente ejerce como magistrada y aparece en la boleta electoral para ser ratificada por voto ciudadano como integrante del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz.
La elección del 1 de junio será la primera ocasión en que las y los ciudadanos voten directamente por quienes imparten justicia. En este 2025 se elegirá a la mitad del cuerpo judicial y en 2027 se renovará la otra mitad.
Viveros celebra esta reforma que ella misma respaldó incluso antes de que fuera aprobada, aun sabiendo que terminaría anticipadamente con su cargo, originalmente previsto hasta 2030. "Porque el bien mayor siempre debe ser ponderado", explicó su postura.
Magistrada desde 2020, con 25 años de trayectoria en el ámbito jurídico y judicial, Viveros argumenta que su experiencia en la octava sala familiar del Tribunal la distingue. "Soy la única en funciones actualmente dentro de esta materia. Conozco los procesos, no tenemos rezago, los asuntos se resuelven en tiempos de ley y con enfoque en derechos humanos, niñez y perspectiva de género", señaló durante su visita al periódico Imagen de Veracruz.
Su sala resuelve cerca de tres mil asuntos al año. La carga es alta, reconoce, pero la coordinación con sus dos colegas magistrados ha permitido mantener un expediente limpio, sin oficios rezagados y con decisiones consistentes entre casos similares.
Uno de sus principales compromisos es humanizar la justicia familiar. "Los temas que tratamos llegan al corazón de las personas: convivencia, pensiones alimenticias, herencias, filiación. Muchas veces, estos conflictos enferman a quienes los viven", relata.
Por eso insiste en que la justicia debe ser cercana, pronta y gratuita. Y en que la ciudadanía debe conocer a quienes deciden sobre sus conflictos. "Antes había una brecha enorme entre justiciables y juzgadores. Esta reforma abre la puerta a la transparencia y al escrutinio ciudadano".
La campaña, explica, es atípica: no hay partidos, no hay recursos públicos ni privados. Todo debe financiarse desde el patrimonio personal. "Vamos a hacer uso de redes sociales, volanteo casa por casa, caminar los barrios, escuchar a las personas. No hay espectaculares ni anuncios, sólo el boca a boca y la confianza que hemos construido", detalló.
El llamado que hace a la ciudadanía es claro, el de infórmense, reunirse en familia y analizar quiénes son las candidatas y candidatos, para valorar la trayectoria, pero también la calidez, la congruencia, la autenticidad y la sensibilidad.
Académicamente, es licenciada y doctora en derecho por la Universidad Veracruzana. Su tesis doctoral abordó el distanciamiento entre ciudadanía y jueces, proponiendo un modelo de lenguaje accesible para el Poder Judicial. Tiene diplomados y formación en amparo, derecho administrativo, derechos humanos, diversidad sexual, niñez, nuevas familias, feminismo y perspectiva de género.
Su nombre aparece en la boleta rosa, destinada a magistraturas del Poder Judicial. Compite con el número 18 en el apartado de mujeres, dentro de la materia familiar. La ciudadanía podrá marcar hasta cuatro candidatas y cuatro candidatos.
"La justicia no puede construirse desde la oficina. Hay que salir, escuchar, conocer las realidades diversas de nuestro estado, desde Acayucan hasta la Sierra de Zongolica. Y eso es lo que yo he hecho", concluyó.