Veracruz | 2020-02-25 | Heladio Castro
Con el fin del carnaval, este Miércoles de Ceniza inicia la Cuaresma, que es la preparación para la Semana Santa, y desde las 7:00 de la mañana arrancan las misas cada hora en la Catedral de la Asunción, anunció Víctor Manuel Díaz Mendoza, vocero de la Diócesis de Veracruz.
Informó que en ese templo católico ubicado en la avenida Independencia la primera misa se realizará a las 7:00 de la mañana y a partir de ahí habrá una cada hora, la última a las 9:00 de la noche. La segunda la oficiará el obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch.
“Aquí tenemos cada hora a la hora una celebración de la palabra, imponer la ceniza, explicando lo que significa la ceniza. La eucaristía de 8:00 de la mañana será presidida por nuestro obispo Carlos, él va a presidir esa eucaristía y va a bendecir la ceniza que pondremos todo el día”, dijo.
Destacó que concluidas las fiestas carnestolendas viene el momento de la tranquilidad y la reflexión, y para ello los feligreses acuden a las iglesias a tomar ceniza, que no es otra cosa sino que el sacerdote les coloque ceniza en la frente, con todo el significado que conlleva.
“Te recuerda que eres polvo y al polvo volverás. Es un inicio: yo recibo ceniza, me confieso que soy pecador pero voy a tomar en serio el tiempo cuaresmal para convertirnos. A lo mejor creen que ponerse la ceniza es una continuación del carnaval, que nos ponemos una máscara, y no; es al contrario: quitarnos la máscara y decir ‘yo soy pecador y a partir de hoy empiezo a convertirme: en el interior de mi vida es en donde estoy dispuesto a reconciliarme con Dios y a reconciliarme con los hermanos’.
“Se invita a todos los miembros de la Iglesia a tomar en serio este camino cuaresmal que nos lleva a la Pascua, nos lleva a prepararnos en la Semana Santa, y la Semana Santa desemboca en la Pascua, en la vida nueva, en la renovación de la vida espiritual y la vida también de relación con los hermanos”, subrayó Díaz Mendoza.
Reiteró la importancia de que cada persona entienda que tras la euforia carnavalesca, es momento de reflexionar sobre lo que se ha hecho y lo que viene, sobre mejorar cada quién como persona y acercarse más al prójimo, a sus seres queridos.
Recordó que es tiempo de acercarse a los sacramentos y a la reconciliación, a entender la dimensión social de la fe y a unir esfuerzos para construir una sociedad más justa.