Veracruz | 2025-01-05
Mientras miles de niños en Veracruz y Boca del Río se duermen temprano con la ilusión de recibir regalos de los Reyes Magos, otros pequeños tienen una misión diferente: vender hasta el último de sus productos para poder descansar antes de la medianoche.
En Centro Histórico del puerto de Veracruz, el Zócalo jarocho se convierte en un gran mercado improvisado donde decenas de niñas y niños recorren las calles con sus manos llenas de artesanías. Pulseras, muñecas de trapo, collares, aretes, blusas, rebozos y bolsas son parte de la oferta que presentan con timidez o insistencia a los turistas y locales que pasean por la zona.
Durante un recorrido de Imagen de Veracruz, varios menores compartieron sus deseos para este Día de Reyes.
Los más pequeños hablaban con entusiasmo de carritos de control remoto y dinero para comprarse dulces, helados o hamburguesas.
En cambio, los más grandes tenían en mente un celular para ver "videos de risa o caricaturas", otros en un tono más serio, expresaban que ya sabían quiénes eran los Reyes Magos y que preferían dinero y ropa.
A pesar de la jornada laboral que enfrentan desde temprana edad, algunos niños comentaron que hay momentos de felicidad. En esta fecha especial, personas caritativas se acercan a ellos para regalarles juguetes, dinero o dulces, un gesto que ilumina sus rostros y les devuelve, aunque sea por un instante la ilusión de la infancia.
Para estos niños, la noche del 5 de enero no significa solo magia y expectativa, sino también esfuerzo y responsabilidad. Su realidad los ha llevado a trabajar desde pequeños, recorriendo las calles con el objetivo de vender lo suficiente para regresar a casa con algo más que sueños.
Mientras algunos duermen esperando sorpresas, ellos esperan que la venta del día les permita disfrutar, aunque sea por un momento, del espíritu de los Reyes Magos.