Veracruz | 2022-02-08 | Josefina Lugo
«La Bomba» Vázquez, como es conocida, Litzy Adilene Vázquez Ochoa ha tenido que sortear muchos obstáculos para cumplir su sueño de ser boxeadora profesional, al no contar con una beca ni recursos para solventar su preparación, hecho que la ha llevado a emprender un negocio de antojitos veracruzanos, en El Coyol, donde los fines de semana cambia los guantes por el mandil para preparar unas sabrosas gorditas y picadas.
Ahí en un pequeño local color verde llamado “Antojitos Cony”, su mamá vende por las noches, de 19:00 a 22:30, deliciosos plátanos con crema, empanadas, tostadas, papas preparadas, garnachas y panuchos, mientras que la deportista atiende los viernes, sábados y domingos de 7:30 a 13:30 horas del día.
El menú es variado: picadas de salsa ranchera, tomate, salsa verde y chipotle así como gorditas blancas, negras de dulce y empanadas que son muy solicitadas por los clientes que conocen la ubicación del lugar, justo enfrente de Farmacias del Ahorro del Coyol.
Cuando no le toca atender el negocio, La Bomba, igual se encuentra en el local, afuera, sentada en una mesa, planeando junto con uno de sus entrenadores sus estrategias deportivas.
Justo así fue como encontramos a Litzy, quien de inmediato brindó una franca sonrisa, y se dispuso a recordar los sueños que la impulsaron a ponerse los guantes.
“Frente a mi casa, cuando vivíamos en la colonia Progreso, había una escuela de boxeo, y aunque mi mamá siempre me quiso inscribir, yo no quería porque veía que había puros varones. Fue luego de una exhibición donde participaron chicas, ellas me inspiraron; esa misma noche mi hermana fue a hablar con el maestro y al día siguiente empecé a entrenar”, recordó.
A sus once años le pegó por primera vez al costal, desde entonces no ha dejado de ponerse los guantes.
Está muy agradecida con las personas que a lo largo de su carrera en el box amateur la han apoyado, ahora que incursiona en otra categoría y en donde tiene el firme propósito de triunfar, continúa contando con ayuda de algunos particulares, quienes ven en ella a una futura campeona mundial.
“El boxeo es un deporte, que como cualquier otro exige mucha disciplina, entregarse al cien por ciento, y en la parte económica igual es muy difícil, ya que no contamos con el apoyo de una beca, el único apoyo es de personas que ven mi desarrollo deportivo, personas que me conocen y ven que soy una chica que ha puesto en alto el nombre de Veracruz como amateur e igualmente en el profesional estoy segura que nos va a ir muy bien”, dijo.
Los gastos que implican esta disciplina son elevados para la joven, pues debe llevar una estricta dieta que ascienden a más de mil pesos semanales, únicamente en comida.
“Llevar la dieta y adquirir el equipo necesario es muy costoso, por esa razón es que emprendí mi negocio de antojitos, porque tenemos que salir a pelear a otros estados o a algún evento y nosotros tenemos que pagar los viáticos, de mi equipo y míos”, señaló.
Aunque actualmente está dedicada al cien por ciento al box, piensa retomar el próximo ciclo la universidad, para estudiar la carrera de licenciatura en Educación Deportiva en la UPAV, en el sistema abierto para no descuidar sus entrenamientos.
El mes de marzo de este 2022 será de grandes retos para “La Bomba”, pues concretará su sueño de debutar en una pelea profesional, el 31. Recientemente se acaba de despedirse del boxeo amateur, en un ring poblano el 5 de febrero, donde obtuvo la victoria, ahora toda su concentración está en su próximo reto.
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