Veracruz | 2024-12-21
El Congreso aprobó la Ley de Ingresos del Gobierno del Estado para el ejercicio fiscal 2025, autorizando un endeudamiento neto equivalente al 6% de los ingresos totales, exclusivamente para necesidades de corto plazo.
Con un presupuesto estimado de 175 mil 245 millones 285 mil 470 pesos, la Ley de Ingresos 2025 establece un crecimiento del 7.4% en los ingresos presupuestarios, asegurando la solvencia financiera para cubrir compromisos sociales, inversiones en obra pública y el pago de la deuda existente.
No obstante, el gobierno estatal tiene la facultad de contratar deuda de hasta 10 mil 530 millones de pesos, únicamente para solventar insuficiencias de liquidez temporal.
La autorización para adquirir deuda contempla diversas restricciones y lineamientos:
Adicionalmente, la titular del Poder Ejecutivo podrá utilizar como garantía o fuente de pago los ingresos provenientes de programas federales, así como ingresos propios del Estado, excluyendo aquellos derivados del Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal y el Impuesto Estatal sobre Tenencia o Uso de Vehículos.
El crecimiento de los ingresos presupuestarios previsto en la Ley asegura al Estado estabilidad económica, priorizando el gasto social, la inversión en infraestructura y el cumplimiento de obligaciones financieras. Según el Ejecutivo, la autorización de deuda se utilizará únicamente en caso de contingencias temporales y no como una estrategia de financiamiento recurrente.
La aprobación de esta Ley tiene como objetivo mantener el equilibrio financiero del Estado y garantizar que los recursos sean manejados de manera responsable. Sin embargo, el uso de deuda deberá ser monitoreado para evitar desequilibrios en el mediano y largo plazo.
Este esquema de financiamiento buscaría proporcionar flexibilidad al Gobierno, pero también demanda una gestión transparente y eficiente de los recursos públicos.
La Ley de Ingresos 2025 otorga al gobierno estatal una herramienta para responder a necesidades financieras temporales, al tiempo que asegura un crecimiento sostenido en los ingresos presupuestarios.
Su implementación requerirá vigilancia para garantizar que los recursos sean utilizados de manera eficiente y que el endeudamiento no comprometa la estabilidad económica futura.