Veracruz | 2020-02-19 | Heladio Castro
En opinión del vocal ejecutivo de la Junta Distrital número 4 del Instituto Nacional Electoral en Veracruz, José Gonzalo Castillo Gameros, en las zonas asoladas por grupos delictivos podría inhibirse el voto, pero dijo no saber de estudios de campo que tengan mediciones al respecto.
Admitió no tener elementos para establecer una posible correlación entre la presencia de bandas y la afluencia de votantes a las urnas durante las jornadas electorales y consideró importante que alguien se avocara a esa tarea.
“Yo creo que definitivamente sí; necesariamente donde la gente tiene temor de salir a votar va a haber menos votación, eso es una regla. Nosotros no tenemos registrados parámetros en donde podamos determinar por qué causa no votaron en determinado lugar.
“Eso sí podría incluso estimarse dentro de esta clase de estudios para determinar y comparar entre los estados donde hubiera más inseguridad contra donde hubo menor o mayor participación y determinar si hay alguna causal”, señaló.
Cabe recordar que cuando se aproxima una elección se multiplica la publicidad en medios electrónicos de comunicación para sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de ejercer su derecho al voto libre y razonado.
En zonas consideradas “calientes”, con fuerte presencia de grupos que operan al margen de la ley, sobre todo las más alejadas en serranías del país y con influencia de los llamados autogobiernos, muchos habitantes prefieren salir lo menos posible.
La tensión aumenta cuando hay elecciones pues a la disputa política de los partidos se suma el temor a enfrentamientos armados para presionar a votar por personajes desde caciques hasta cabecillas de grupos delictivos que acaparan la producción agrícola, pecuaria y forestal.
No se dispone de números para señalar cómo incide esa incertidumbre en la intención del voto, cómo se controla éste o si de plano las comunidades optan por la abstinencia electoral.
El funcionario electoral mencionó que una opción para tener información medible y certera es apoyarse en estudios del Instituto Nacional Electoral, así como de organismos civiles o no gubernamentales de cada región que conocen desde adentro el comportamiento social.
“Creo que lo que pudiéramos hacer es conjuntar el análisis que se hizo de participación ciudadana con un estudio de inseguridad pública y en el momento en que se realizó la votación, porque son momentos dados: a veces hay más percepción de inseguridad en un momento que el otro. Habría que conjuntar estos dos estudios y cruzarlos para ver si hay alguna correlación entre ellos”.
-¿Habría que proponerlo a la autoridad central del INE?
“Pudiera hacerse a través del instituto, incluso; sería interesante, suena muy interesante además”, expresó Castillo Gameros.