Veracruz | 2024-07-28
Durante estas vacaciones de verano, muchos turistas llegan al puerto con la intención de disfrutar y pasarla bien con sus familias, por lo que se acercan a las playas como uno de sus planes principales al llegar al puerto, pero algunas veces se llevan una que otra mala impresión que cambia por completo sus planes.
Este fue el caso de algunas familias que al llegar a las playas se toparon con un inconveniente, Marco Antonio Vergara, turista que visita el puerto desde la Ciudad de México junto con su familia, menciona que antes de poder disfrutar, tuvieron un pequeño problema.
"Llegar al puerto fue excelente, entendemos que es temporada alta, pero, cuando venimos aquí a la playa nos llevamos una mala experiencia con alguien que rentaba las sillas y las mesas".
"Nos la querían dar en 300 pesos, primero nos había dicho que en cien, pero cuando regresamos nos dijeron que siempre no, que serían 300 pesos".
"Nos lo querían dar muy caro, querían dobletear casi el monto de la renta, fue solamente con una persona, ya con los demás sí nos dieron un precio más razonable".
Esta clase de situaciones provocan que muchos turistas no puedan disfrutar de sus vacaciones o regresen a sus lugares de origen con un mal sabor de boca, ya que deben lidiar con las personas que abusan de los precios en la renta de sillas y mesas colocadas en toda la playa.
Esta familia no fue la única que se llevó una sorpresa desagradable, ya que en otra mesa, se encontraba la familia de Omar Flores, quienes llegaron de Puebla el día viernes al puerto jarocho, pero menciona que todo ha estado muy caro.
"Todo está muy bonito, las playas, la comida, el inconveniente son los precios, la mesa nos la estaban dando muy cara, la aceptamos porque nos dijeron que solo nos cobrarían el consumo, solo por eso nos quedamos, aunque no han dicho si debemos comer una cantidad mínima".
Estos problemas le dan una mala imagen al puerto de Veracruz, debido a que lo primero que piensan los turistas al preguntarles ¿Cómo se la están pasando?, solo pueden pensar en los precios excesivos y en los constantes regateos que deben hacer para no salirse de sus presupuestos.