Veracruz - Boca del Río | 2024-05-06
Aunque el día del niño ya pasó, lo cierto es que no existen fechas para poder celebrar a los menores o poder reunirse con amigos, por lo que si estás buscando una gran distracción en las tardes podrás tener una función gratis de cine en Veracruz.
Que mejor que pasar la tarde en compañía de los amigos disfrutando de una excelente película, que te remonte al tiempo en que se podían ver en blanco y negro, y que mejor que sea la entrada gratis.
Este evento donde podrás acudir con tus amigos y familia, será como parte de la temática del ciclo época del cine de oro, por lo que invita el Ayuntamiento de Veracruz a una función única de cine en el puerto de Veracruz.
Estas tardes de cine con entrada gratis en el puerto de Veracruz será este próximo 07 de mayo, a partir de las 19:00 horas, misma película que se proyectará en el parque Zamora, esto sobre la avenida Independencia, en el centro histórico de Veracruz.
En esta ocasión la película que se proyectará será Macario, una de las cintas más emblemáticas que se tienen del cine de oro, por lo que será el historiador Ricardo Cañas Montalvo, sin embargo, este programa puede estar sujeto a cambios por condiciones climáticas.
El filme Macario, dirigido por Roberto Gavaldón en 1960, presenta un intrigante cruce de drama psicológico y elementos sobrenaturales. La trama se basa en una colaboración entre Gavaldón y Emilio Carballido en el guion, inspirado en la novela homónima de B. Traven. Encabezando el elenco, encontramos a Ignacio López Tarso y Pina Pellicer.
Esta obra marcó un hito en el cine mexicano al ser la primera película nominada a un Premio Óscar en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera. Asimismo, fue seleccionada para participar en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 1960.
Macario, un sencillo trabajador del campo y leñador, está consumido por la miseria que enfrenta cada día y el temor constante a la muerte. En medio de la penuria que él y su familia enfrentan, empieza a anhelar la posibilidad de deleitarse con un festín sin tener que dividirlo con nadie.
En su determinación, decide abstenerse de comer hasta hallar un pavo que pueda degustar solo. Su esposa, angustiada, sustrae un pavo y Macario se aventura al aislamiento del bosque para saborearlo en secreto de sus hijos.
En el bosque, se encuentra sucesivamente con tres enigmáticas figuras. La primera es el diablo personificado en un adinerado terrateniente, quien le ofrece inicialmente sus botas con espuelas de plata, pero Macario declina al no poseer caballo; luego, le ofrece las monedas de oro de sus bolsillos, pero Macario las rechaza temiendo ser acusado de ladrón; finalmente, le ofrece el bosque mismo, pero Macario responde que el bosque pertenece a Dios y aún teniéndolo, seguiría siendo pobre, pues debería continuar cortando leña.
Tampoco comparte su comida con la segunda figura que emerge, Dios, representado como un anciano humilde; Macario argumenta que Dios puede poseer cuanto desee, ya que todo le pertenece, mientras él, avergonzado, admite que no desea compartir su pavo ni con Dios mismo. Antes de que Macario tenga la oportunidad de lamentar su elección, la figura desaparece.
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