Veracruz | 2024-02-21
Ejidatarios de Actopan que durante años han luchado por sus tierras, sustento de sus familias, hoy libran la más dura de sus batallas tras la desaparición de cinco de ellos y el silencio de las autoridades que no les brindan ninguna respuesta.
"En Santa Rosa ya no se puede vivir", fue el clamor de la señora Liliana Santa María León, esposa del señor Rafael Montiel Cervantes desaparecido junto a cuatro compañeros desde el pasado jueves 15 de febrero.
A las afueras del Juzgado de Control de Ciudad Judicial en el Puerto de Veracruz, familiares de las víctimas se congregaron para tratar de resguardar a un sexto campesino que acudió a otra audiencia, ante el temor que también lo desaparecieran.
Se trata de Lorenzo Ortiz Báez, José Juan Montiel Cervantes, David Hernandez Aguilar, Jesús Cervantes Grajales y Rafael Montiel Cervantes, todos ellos compañeros de lucha que solo quieren sostener a sus familias del ejido Jareros.
Las tierras en las que desde hace décadas siembran y cosechan, han sido la manzana de la discordia contra un terrateniente identificado como Nelson "N", con quien han tenido decenas de disputas legales al pretender apoderarse de lo que poseen.
48 ejidatarios conforman el frente de dichos terrenos que ante la Ley Agraria son para su uso y distribución y por los cuales el antes mencionado ya recibió fuertes cantidades de dinero, pero ahora pretende obtenerlas de vuelta señalaron.
Nelson los denunció como probables responsables por el delito de despojo, pese a que los juicios agrarios les han otorgado la razón, ahora busca mediante el código penal sacarlos de donde viven y cosechan.
"Él ya recibió demasiado dinero, porque con ese dinero está pagando todo y lo peor es que le están haciendo caso y a nosotros no se nos está haciendo justicia, a nuestros esposos que son personas que están trabajando limpiamente, están defendiendo lo suyo y no se les está haciendo caso.
"Por estos problemas no descansamos, por estos problemas no dormimos, estamos desesperados, peligramos todas las familias, porque en Santa Rosa ya no se puede vivir, todo mundo tiene miedo, todo el mundo peligramos que nos vayan a balacear la casa.
"A don David le balearon la casa, uno de los desaparecidos y su familia se tuvo que ir de ahí, su mujer se tuvo que ir de ahí con todo y sus hijos, necesitamos por favor que se haga justicia, no podemos andar así", señaló la señora Liliana.
El 30 de julio de ese mismo año, Rafael Montiel Cervantes hoy en calidad de desaparecido, fue víctima de una brutal golpiza en la que casi lo matan y le robaron su motocicleta en el mismo lote donde siembra y cosecha.
Apenas pudo ponerse en pie de su cama, acudió a interponer la denuncia ante la Fiscalía y a entregar un oficio al Gobierno del Estado para pedir que enviaran patrullas para proteger a las familias de la congregación, pero sus peticiones llegaron a oídos sordos.
A consecuencia de esto, el señor Emiliano Domínguez González fue asesinado a balazos en dicha congregación el mes de diciembre, donde por años también luchó por el campo y hasta la fecha la justicia no ha llegado para su familia.
"Nos dedicamos al campo, mi papá Jesús Cervantes Grajales es una persona que no se mete con nadie, no es problemático, cualquiera que vaya ahí a Santa Rosa y pregunte por él lo sabe.
"El último mensaje que me mandó fue de instrucciones de trabajo a las 9 y media de la mañana, ya después cuando yo le mandé mensaje nunca me contestó y le marque pero nada; como a las 8 u 8 y media que vine porque ya estábamos preocupados, llegué a la fiscalía y pues con la sorpresa que la audiencia tenía horas que había terminado.
La incertidumbre se ha apoderado de las familias campesinas del ejido Jareros, quienes hoy más que nunca temen que las represalias continúen y vayan escalando si es que siguen luchando por sus tierras.
Por su parte la Fiscalía General del Estado les informó no saber nada de sus paraderos pese a que estuvieron en sus propias instalaciones, donde les negaron que los tengan detenidos o incomunicados, pues solo entraron a la audiencia pero no tenían órdenes de aprehensión en su contra.
Uno de los vehículos en los que llegaron fue encontrado dentro del propio recinto ubicado en el bulevar Fidel Velázquez a espaldas del Penalito de Playa Linda, el cual ya está a su disposición como prueba de sus desapariciones, pero el segundo no ha sido ubicado.
Ahora esperan que su clamor como víctimas que solo exige el regreso de sus familiares y amigos a casa, llegue a lo más alto del Palacio de Gobierno donde Cuitláhuac García Jiménez despacha el estado de Veracruz.