Veracruz | 2021-05-23 | Cristian Pulido
A días del regreso a clases, en el Ilustre Instituto Veracruzano, recibirán apenas con dos edificios y ocho salones en total a alumnos de bachillerato.
Y es que hasta el momento, solo son dos edificios los que se rehabilitaron durante la pandemia, cada uno con cuatro salones, ya cuentan con ventanas, nuevo aluminio, nuevo piso y paredes pintadas, además de ventiladores nuevos, pero el resto de la zona de esta escuela parece un sitio de un holocausto.
Deplorable
Los trabajos van atrasados, un edificio en ruinas, “carcomido” por el salitre y con varillas a la vista, salones sin ventanas, sin pintura, miles de sillas con paleta desechados y amontonados en otros salones, los baños inservibles, material de construcción e insumos desechados afuera de otros salones es como se encuentra el plantel.
Aunque el gobernador aclaró que el regreso es voluntario y será paulatinamente, además de que en algunos casos seguirán las clases en línea, éstas ya tienen estresados a muchos estudiantes.
Ganó el tiempo
Apenas el 12 de marzo pasado, Ricardo García Jiménez, director del Instituto de Espacios Educativos del Estado de Veracruz anunciaba en una transmisión de FacebookLive el inicio del segundo contrato de la emblemática escuela.
Ahí apuntaba que iniciaría la demolición de un edificio en pésimas condiciones, pero el gran montículo de arena para construcción continúa ahí sin verse avance alguno.
También anunció la construcción de dos edificios tipo U2C y varios trabajos de rehabilitación del lugar, todo con una inversión de casi 14 millones de pesos, para una total de 36 millones 800 mil pesos.
El 24 de mayo está a la vuelta de la esquina y aunque los trabajos continúan en un tercer edificio, se ven pocos hombres y mucho por hacer, pareciera que más de un año de pandemia no le alcanzó a las autoridades educativas para rescatar este espacio educativo de Boca del Río.
Molestia
Por lo pronto exalumnos están molestos en redes sociales mientras que a otros les causa tristeza ver las condiciones actuales de la escuela.
“Recuerdo cuando Fidel Herrera donó 10 millones de pesos y estaba Perez Kuri sino mal recuerdo. Los cuales aparte de no darles ese dinero, que hasta ceremonia hicieron, quitaron la parte de las canchas que ahora es privado. Escribo que fue en 2005. Lo peor es que no pueden auditarlos, solo deben comprobar el 1% de sus gastos, así de cabrón está la cosa, por las mismas leyes que se autoprotegen. En fin”, escribió Ulises Obed en un grupo de exalumnos.