| 2025-01-27
El frío puede influir significativamente en los hábitos de consumo, y en Veracruz, una de las tendencias observadas durante las temporadas más frías es el aumento en el consumo de pan, pero no podemos ignorar que esto repercute en el peso de ahí que podamos poner en práctica las sugerencias de un reciente estudio de Harvard.
El pan, especialmente acompañado de bebidas calientes como café, atole o chocolate, es una tradición muy arraigada en la cultura veracruzana durante los días fríos.
Las bajas temperaturas tienden a aumentar la necesidad de energía del cuerpo para mantener el calor, lo que lleva a un mayor consumo de alimentos ricos en carbohidratos y calorías, como el pan.
En Veracruz, muchas panaderías reportan un incremento en la producción y venta de pan durante las temporadas frías.
Un estudio reciente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard señala que limitar el consumo de pan a una pieza por semana es lo más recomendable. Esto se debe a que cada pieza puede contener hasta 13 gramos de azúcar, lo que representa una fracción significativa de la ingesta diaria sugerida: 24 gramos para mujeres y 36 gramos para hombres.
Consumir más de esta cantidad semanal podría incrementar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, los nutricionistas sugieren que una cantidad razonable de pan sería de unos 120 gramos diarios, equivalentes a dos piezas o cuatro rebanadas. Es fundamental elegir panes de alta calidad, como los integrales o de grano entero, que aportan fibra, vitaminas y minerales esenciales.
Los panes elaborados con masa madre también son recomendables, ya que su proceso de fermentación natural mejora su textura, sabor y durabilidad. Por último, el pan keto ha ganado popularidad debido a sus beneficios, como la aceleración del metabolismo y el apoyo en la pérdida de peso.
El pan, a pesar de ser uno de los alimentos más consumidos en el mundo, ha sido objeto de críticas por su supuesta relación con el aumento de peso. Sin embargo, los expertos aseguran que esta percepción merece ser reevaluada. De acuerdo con Harvard, el problema no radica únicamente en el pan en sí, sino también en los acompañamientos como manteca, mermeladas y otros aderezos que suelen incrementar significativamente las calorías consumidas.
En este contexto, Harvard también presentó una guía alimentaria que busca sustituir la tradicional pirámide alimenticia, enfocándose en combatir la epidemia de obesidad. La guía recomienda que la mitad del plato consista en frutas y verduras variadas, dejando fuera las papas debido a su impacto negativo en los niveles de azúcar en sangre.
Un cuarto del plato debe estar compuesto por granos integrales, como pan integral, arroz integral y pastas de grano entero, mientras que se deben limitar los granos refinados, como el pan blanco.
El otro cuarto del plato debe incluir proteínas saludables, priorizando pescados, aves, legumbres y nueces, mientras se reduce el consumo de carnes rojas y procesadas.
Además, se desaconsejan las bebidas azucaradas y se recomienda moderar el consumo de productos lácteos. Para la cocción y aderezos, se aconseja el uso de aceites vegetales, evitando las grasas trans y limitando la margarina.