| 2024-11-17
Para proteger a los bebés del frío extremo, las autoridades mexicanas y especialistas en pediatría sugieren las siguientes medidas:
Abrigar adecuadamente: Usa ropa de fibras naturales como algodón, que sea suave y transpirable. Es importante cubrir cabeza, manos y pies con gorros, guantes y calcetines para minimizar la pérdida de calor
Evitar el sobreabrigo: No se recomienda envolver al bebé excesivamente ni restringir el movimiento de sus extremidades. En lugar de muchas capas de mantas, se prefieren capas de ropa que permitan mantener la temperatura corporal adecuada
Mantener la temperatura ambiente: Si el hogar es frío, usa calentadores con precaución para evitar accidentes. Mantén la habitación bien ventilada y evita el uso de calentadores que emitan gases o reduzcan el oxígeno.
Lactancia materna: Es esencial durante el invierno, ya que proporciona nutrientes y anticuerpos que refuerzan el sistema inmunológico del bebé y mantienen su calor corporal
Evitar cambios bruscos de temperatura: No expongas al bebé a corrientes de aire ni a temperaturas muy bajas sin protección adecuada. Si debes salir, procura que esté cubierto con una manta gruesa
Cuidado en la alimentación de la madre lactante: Para madres que amamantan, mantener una dieta rica en vitaminas C y D ayuda a reforzar las defensas del bebé
Es fundamental observar cualquier síntoma de enfermedad como tos, irritabilidad o fiebre, y acudir al médico ante cualquier duda. Evitar la automedicación y mantener las vacunas al día son medidas clave para prevenir enfermedades respiratorias.
Durante los frentes fríos, los bebés son particularmente vulnerables a varias enfermedades debido a su sistema inmunológico aún en desarrollo y a la exposición a bajas temperaturas. Entre las enfermedades más comunes se encuentran:
Estas enfermedades son frecuentes debido a la exposición al frío y a cambios bruscos de temperatura, que afectan las vías respiratorias