Veracruz | 2022-08-10
La muerte materna por enfermedad o trastorno de la coagulación se puede evitar con un tratamiento adecuado indicó la hematóloga Marilyn Mendoza.
“Toda mujer que tenga una enfermedad o trastorno de la coagulación, tiene riesgo de tener hemorragias importantes durante el parto o una cesárea, lo que va a poner en riesgo la vida, eso puede resultar en muerte materna, por lo que es muy importante que la enfermedad se detecte de forma temprana, durante el control prenatal, previo al alumbramiento”, indicó.
Explicó que sí la enfermedad es diagnosticada a tiempo, hay tratamiento.
“Con el tratamiento adecuado se pueden evitar las complicaciones, al tener una de estas enfermedades hemorrágicas puede haber rescisión de crecimiento, riesgo de parto pre-término, pero sí está diagnosticado temprano, en el caso de mujeres que tienen enfermedades congénitas, hay tratamiento, de tal manera que las mujeres se pueden preparar para su culminación, sin complicaciones”, detalló.
Aclaró que en caso de que el embarazo sea el detonante de la enfermedad de la coagulación, como hemofilia adquirida, si se diagnostica a tiempo, se evita la complicación.
“Hay que tener mucho cuidado porque cuando la hemofilia adquirida se desarrolla durante el embarazo, normalmente cursan con normalidad el tiempo de espera, pero es al momento del parto cuando hay el riesgo y hasta 4 meses después de dar a luz”.
Recomendó que en cuando hay abortos se deben de investigar enfermedades de la coagulación, a través de los exámenes de rutina, sí salen alterados ahí se canaliza con el hematólogo.
Explicó que la coagulación es un sistema de defensa que todos tienen.
“Nos defiende de las pérdidas excesivas de sangre y de que podamos perder la vida por esto, cuando ese sistema no funciona hay pérdidas excesivas de sangre y ahí es cuando se pone en riesgo la vida, es un sistema de defensa natural que intenta preservar nuestra vida”, dijo.
Añadió que existen dos grandes categorías de enfermedades de la coagulación, las que se heredan, como la hemofilia, que no es curable.
“Pero sí contamos con tratamiento, con el cual las personas pueden tener una calidad de vida casi igual a la de una persona normal. El otro grupo es el de las personas sanas, que, en cualquier momento determinado de su vida, pueden desarrollar una enfermedad de la coagulación, estamos hablando de personas adultas, como la hemofilia adquirida, que sí se cura”, afirmó.
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