Veracruz | 2025-03-27
Si tu automóvil ha sido dañado o víctima de robo dentro del estacionamiento de una plaza comercial, es importante que conozcas qué hacer para reclamar de forma efectiva.
Aunque muchas de estas instalaciones exhiben avisos como "no nos hacemos responsables", la ley mexicana y la normatividad en materia de responsabilidad civil indican que los establecimientos que ofrecen este servicio —en especial aquellos que cobran por él— tienen ciertas obligaciones.
Aquí te explicamos de manera clara y paso a paso cómo actuar ante este tipo de situaciones.
En cuanto descubras el daño o robo, localiza al personal de vigilancia o administración de la plaza. Solicita que se elabore un reporte del incidente y pide una copia para tus archivos. Este documento servirá como evidencia oficial de lo ocurrido.
Aunque parezca un simple papel, el boleto de estacionamiento contiene información clave:
Este comprobante es fundamental para demostrar tu ingreso al estacionamiento y exigir la atención correspondiente.
Si se trata de un robo o daño considerable, acude a la policía o al Ministerio Público a presentar una denuncia formal. La constancia de esta denuncia será necesaria para iniciar trámites con aseguradoras y exigir reparaciones o reembolsos.
En plazas donde se cobra por estacionar, los responsables del servicio suelen contar con seguros de responsabilidad civil. Pregunta directamente si existe alguna póliza que cubra este tipo de incidentes y cuáles son los requisitos para activar el proceso de reclamación.
Si tu vehículo tiene un seguro vigente, informa del incidente. La compañía puede asesorarte y, en algunos casos, hacer la reclamación directa al seguro del establecimiento, facilitando así el proceso.
Toma fotografías de los daños visibles, del área del estacionamiento y de cualquier señal de entrada forzada o vandalismo. Si hay testigos, pide sus datos para que puedan respaldar tu versión. Toda esta evidencia fortalecerá tu caso.
Consejos adicionales
Estacionar en una plaza comercial debe brindarte seguridad y confianza. Conocer tus derechos y las vías para hacerlos valer es clave para proteger tu patrimonio.