| 2024-12-17
Para evitar que la lluvia entre a tu casa, es fundamental tomar medidas preventivas que protejan las áreas más vulnerables a la filtración de agua. Aquí tienes cinco consejos clave para conseguirlo:
Revisa y mantiene las ventanas y puertas: Asegúrate de que las ventanas y puertas estén en buen estado, con sellos de goma o silicona intactos.
Estos sellos ayudan a prevenir que el agua se filtre. Si hay grietas o daños, reemplázalos o repáralos. Considera instalar burletes adicionales en las puertas y ventanas para crear un sellado más hermético.
Instala toldos o cubiertas sobre ventanas y puertas: Si las lluvias son frecuentes o intensas, colocar toldos o cobertores en las áreas más expuestas puede evitar que el agua entre directamente por ventanas o puertas.
Estas estructuras desvían el agua lejos de las aberturas, protegiendo las fachadas y el interior de la casa.
Limpia y mantén desagües y canales: Los desagües obstruidos pueden provocar que el agua se acumule y entre en tu casa.
Limpia regularmente las canaletas, bajantes y desagües para evitar que se tapen con hojas, ramas o basura, lo que puede causar filtraciones de agua hacia el interior.
Usa cortinas o persianas impermeables: Instalar cortinas o persianas impermeables en las ventanas puede ayudar a proteger el interior de la casa de la lluvia.
Estas cubiertas actúan como una barrera adicional, evitando que el agua entre incluso si las ventanas están abiertas por ventilación.
Asegura el buen drenaje en los alrededores de la casa: Un mal drenaje exterior puede hacer que el agua se acumule cerca de las paredes y entre por grietas.
Asegúrate de que el terreno alrededor de tu casa tenga una inclinación adecuada para dirigir el agua lejos de las fundaciones.
Considera la instalación de una zanja de drenaje o un sistema de bombeo en áreas propensas a inundaciones.
Implementando estas medidas preventivas, reducirás considerablemente las posibilidades de que la lluvia entre a tu casa y evitarás daños a largo plazo.