Veracruz - Boca del Río | 2024-12-18
La cena de Navidad es uno de los motivos que más les gusten a las personas, ya que estas se preparan en familia o con amigos, donde se pueden preparar diversos platillos que son muy típicos en esta temporada navideña.
Desde pavo, pollo, costilla y hasta el tradicional guajolote, el cual ya se puede ver que es vendido este animal en una zona especial de los mercados de Veracruz.
La mayoría de las personas que llegan para poder vender sus guajolotes, provienen de comunidades o ranchos que se encuentran muy cerca de la zona conurbada Veracruz – Boca del Río.
Estas personas dan a un precio muy económico estos animales, sin embargo, como lo marca la tradición, estos se encuentran vivos, por lo que tienes opciones para poder llevártelos y comer una rica cena de navidad.
En el mercado Unidad Veracruzana ya es posible encontrar a los vendedores de guajolotes, cuyos precios oscilan entre mil 100 y mil 600 pesos, dependiendo del tamaño, estos animales son de rancho criados en localidades como Jamapa y La Mixtequilla.
Los comerciantes de estos animales en los mercados de Veracruz indicaron que al inicio de esta semana las ventas han estado un poco lentas, aunque confían en que conforme se acerquen las celebraciones navideñas la demanda aumente, ya que llegan hasta comercializar 80 pavos previo a los días de Navidad.
El guajolote, también conocido como pavo en las festividades navideñas, es una preparación tradicional en México que destaca tanto en celebraciones cotidianas como en fechas especiales.
En Navidad su preparación varía, sustituyendo las salsas tradicionales por rellenos frutales, arándanos o recetas con vino, influenciadas por el estilo estadounidense del Día de Acción de Gracias.
Esta ave, originaria de América, es el galliforme más grande de la región, según señalan investigadoras, desde la época prehispánica, ha sido parte importante de la dieta y las ceremonias, Sin embargo, muchas personas se preguntan cómo es que llegó a ser el platillo principal de la cena navideña.
A principios del siglo XX y hasta los años 60, era común ver a vendedores recorriendo las calles con guajolotes en las manos o paseándolos, esperando compradores que los adquirieran para la cena del 25 de diciembre.
Su consumo en Navidad se relaciona con la influencia de las tradiciones anglosajonas, particularmente la preparación del pavo en el Día de Acción de Gracias, que posteriormente se adoptó en México para las mesas navideñas.
Los platillos típicos de Navidad y Año Nuevo incluían romeritos, frecuentemente preparados como parte de la vigilia del 24 de diciembre. Para el día 25, el mole poblano que acompañaba a los romeritos también se utilizaba para realzar el sabor del guajolote en la comida navideña.
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