Veracruz | 2021-01-02 | Cristian Pulido
Pareciera cualquier día de la cuarentena, poca gente en la calle y poca fluidez vehicular; los negocios casi todos cerrados. Después de una noche en la que se confirmó que Veracruz es un pueblo desobediente por los miles de cohetes que se escucharon en el primer minuto del 2021, tronando con mayor fuerza en la zona Norte de la conurbación, las calles en las primeras horas del día lucieron desoladas.
Conforme avanzaron las horas, la movilidad se empezó a acrecentar, aunque pocos camiones, la mayoría iba con la poca gente que tenía que ir a trabajar, calles y avenidas que normalmente presentan “efervescencia” de sonido y movimiento, este 1 de enero estaban plena quietud hasta las 11:00 de la mañana cuando se empezó a ver más movimiento.
En la avenida Rafael Cuervo se podía cruzar sin problemas, en la avenida Cuauhtémoc si a caso se veían de dos a tres autos en cada sentido, en el cruce de Xalapa y Allende, debajo del puente, se registraba total quietud. En Díaz Mirón la afluencia era poca también.
Pero los tiempos y la crisis no están para echarse a dormir, increíblemente un volovanero esperaba clientela en la banqueta a unos pasos de un supermercado, donde por cierto ya había gente llegando a comprar.
Quietud y paz
Cerca se veían caminar jóvenes médicos o practicantes enfundados en sus atuendos blancos en camino hacia el IMSS de Díaz Mirón, muestra de que para el Covid no había descanso.
En la calle Las Flores casi esquina 20 de Noviembre de la colonia Remes de Boca del Río, una gigantesca piñata comprada por los vecinos había sobrevivido a la última noche del 2020, una vecina del lugar y de la tercera edad, explicó: “todos los años la rompían, pero ahora no por lo de la pandemia, no se reunieron y ahí se quedó en espera”.
Una calle adelante sobre Las Flores, se vio gente parada con cubrebocas en la entrada de una iglesia, en lo que pareció ser la segunda misa del 2021, y es que al parecer la fe este año será más fuerte en los feligreses que también iban saliendo de la iglesia San Juan de los Lagos en la calle Lázaro Cárdenas, otra vía desolada igual que la calzada Lázaro Cárdenas.
Costa Verde fue otra muestra más de que la llegada del nuevo año y el alcohol de sus fiestas son más efectivos para mantener a la gente en sus casas que las recomendaciones de las autoridades en plena cuarentena. En la zona comercial de Jardines del Virginia apenas un vendedor de cubrebocas asistió a la jornada laboral.