Veracruz | 2024-05-11
En la colonia Miguel Ángel de Quevedo, específicamente en la intersección de la calle Aurelio López y Alfa y Omega, los residentes y automovilistas se enfrentan a un verdadero calvario sobre ruedas. Esta vía, más que una calle pavimentada, parece un campo de batalla abandonado, con su superficie convertida en terracería que desafía incluso a los vehículos más resistentes.
El estado lamentable de la calle ha alcanzado proporciones alarmantes, transformando lo que alguna vez fue una ruta transitada en una pesadilla rodante. Con baches tan profundos que parecen cráteres lunares y grietas que podrían dañar llantas enteras, los conductores evitan esta calle como si fuera la peste misma. Y con razón.
Los testimonios de los afectados no dejan lugar a dudas sobre la gravedad de la situación.
"Es un peligro para nuestra seguridad. Los coches ni siquiera quieren acercarse, y con razón. ¿Quién querría arriesgar daños costosos en sus vehículos solo por intentar transitar una calle?", declara María Juárez, residente de la zona.
Pero los problemas no se limitan al mero inconveniente de esquivar baches y cráteres. El constante deterioro de la calle ha llevado a que numerosos vehículos sufran averías graves, desde neumáticos reventados hasta suspensiones dañadas. Los costos de reparación se acumulan, dejando a muchos conductores con bolsillos vacíos.
Ante esta crisis vial, los residentes y automovilistas claman por una solución urgente.
"Es inaceptable que tengamos que vivir así. Necesitamos que arreglen esta calle de una vez por todas", dijo indignado Antonio Gómez, otro vecino afectado.
Los llamados de auxilio no solo provienen de los residentes, sino también de los automovilistas que atraviesan la zona.
En medio de la desesperación y la incertidumbre, los afectados esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto y emprendan acciones concretas para rehabilitar la calle Aurelio López y Alfa y Omega.