| 2024-11-01
Desde las primeras horas de este viernes 1 de noviembre, el panteón municipal de Boca del Río recibió a decenas de personas que se acercaron a recordar a sus seres queridos en el Día de Todos Santos, una tradición que permanece viva entre los veracruzanos.
Entre flores, veladoras y detalles especiales, las familias acudieron al Campo Santo para rendir tributo a quienes ya no están en este plano terrenal.
Ericka León, una de las visitantes, recordó a su hermano Francisco Javier, quien falleció hace 30 años en un accidente cuando apenas tenía 10 años.
"Él murió de 10 años, yo tenía 7 años cuando murió. Falleció de un accidente como todo niño jugando, ahora sí que los imprevistos de los juegos".
Ericka y su madre acuden cada año al panteón en estas fechas, trayendo flores y encendiendo una veladora, además de colocar una ofrenda en casa para mantener viva su memoria, la cual no la olvidan porque sigue arraigada en sus corazones.
"Acompaño a mi madre, venimos le prendemos una veladora y en casa le ponemos su ofrenda como cada año, ahora sí para recordarlo [...] la verdad es que el mejor recuerdo lo lleva uno en el corazón".
Otros, como don Othon Cruz Sánchez, aprovecharon la ocasión para limpiar y decorar las tumbas de sus familiares.
Don Othon acudió para arreglar el espacio donde descansan los restos de su madre, doña Galdina Sánchez, fallecida hace 37 años y la cual aún no olvida.
"Eso es una tradición que no debe de perderse. Todos los familiares hijos, madres, hermanos [...] la madre siempre trae recuerdos".
En este Día de Todos Santos, decenas de ciudadanos veracruzanos visitaron el panteón para honrar a sus difuntos, sumándose a una tradición que evoca la cosmovisión indígena.
Según estas creencias, durante estos días, los espíritus de los fallecidos regresan al mundo de los vivos para convivir con sus familias y recibir la esencia de los alimentos y recuerdos colocados en su honor en los altares familiares.