Medellín de Bravo | 2024-09-21
Luego de que el propietario de la yegua Mily que cayó a un aljibe destapado el pasado viernes no pudo acreditar su propiedad, autoridades del Ayuntamiento de Medellín de Bravo decidieron quitársela junto a dos caballos más.
Se trata de dos yeguas y un potro que quedaron bajo el cuidado de las autoridades municipales debido a que consideraron que tampoco se encontraban bajo las condiciones adecuadas para su pleno desarrollo.
Informaron que los animales tienen marcas en el cuello, ya que son amarradas en un árbol del patio de una vivienda en el circuito Júpiter, en el Fracc. Puente Moreno, y son liberadas en el terreno de atrás.
La yegua Mily, además de tener lesiones por la caída en la fosa; también presenta un golpe fuerte en la cabeza de hace tiempo, muestra que sufrió traumatismo grave, que puede revelar las condiciones en que han vivido los animales.
Por su parte la yegua Lasana tiene rotos sus cascos, algunas laceraciones en cadera, patas y manos, además que ambas presentan un cuadro de desnutrición, a una se les visualizan las costillas, seña de falta de alimentación, al estirarle la piel no regresa a su forma, informaron.
Mientras tanto, el potro es el que se encuentra en una mejor condición, en la escala con que se mide la condición de los caballos, del 1 al 9, se encuentra en el 5 señalaron.
Cabe destacar que los animales no cuentan con Fierro (marca de registro), por lo que no es posible identificar al propietario, aunque el presunto dueño presentó al personal del ayuntamiento una constancia de compra-venta de una yegua de dos años, emitida por la agente municipal de Paso del Toro.
Los animales los tenían pasteando en una propiedad privada de la que no cuenta con el permiso, además de que el sitio no es adecuado para los équidos.
El lugar no cuenta con bebederos y los animales pueden lastimarse; en caso de sentirse en peligro podría lastimar a alguna persona que transite por el pasillo, o incluso correr y provocar un accidente en la calle o carretera.
Por tal motivo los animales fueron puestos a resguardo hasta que el presunto dueño acredite la propiedad y cuente con un lugar idóneo para tenerlos en las condiciones que lo ameritan.