| 2024-10-10
En los últimos meses ha aumentado significativamente el interés de las personas por acudir a sesiones de tanatología, según afirmó el psicólogo Jonathan García Mezhua, de la agencia Asistencia Tanatológica.
Indicó que este aumento ha sido especialmente notorio desde la pandemia del Covid-19, que trajo consigo una mayor consciencia sobre la importancia de elaborar el duelo ante la pérdida de un ser querido.
Estimó que al menos el 50 por ciento de la sociedad en la zona conurbada Veracruz – Boca del Río, ha comenzado a buscar asistencia tanatológica como una forma de acompañamiento emocional.
"Desde la pandemia ha habido un incremento. Yo creo que es más una concientización después de lo perdido para poder acercarnos a elaborar estos procesos de duelo", expresó el psicólogo, subrayando que muchas personas han buscado en la tanatología una forma de gestionar el dolor emocional.
Para quienes atraviesan un duelo, García Mezhua recomienda permitirse expresar las emociones, incluyendo las lágrimas y el hablar sobre el ser querido que ha fallecido. Además, considera útil hacer cambios en el entorno donde esa persona solía estar presente, lo que puede facilitar la aceptación de su partida.
"Cuando nos referimos a que el duelo no es eterno hacemos referencia a que el sufrimiento es el que se alarga, pero en realidad el proceso de duelo tiene un término y el duelo termina cuando logro recordar a mi ser amado más con una paz que con una tristeza".
Comentó que aferrarse a la ausencia física de la persona fallecida puede dificultar aprender a vivir sin ella, no tanto olvidándola, sino resignificándola a través del amor y el recuerdo de cómo era en vida.
"Sé que es difícil porque lo que queremos es la presencia física al haber una ausencia, siento que todo mi mundo se acabó, pero al trabajar el duelo logro resignificar éste y aprender con base en a la ausencia".
El psicólogo también explicó la diferencia entre luto y duelo. El luto, según indicó, está vinculado a dejar de realizar ciertas actividades por respeto a la memoria del fallecido, en muchos casos influenciado por estigmas sociales. El duelo, en cambio, es el proceso personal del dolor que se experimenta ante la pérdida.
Las sesiones de tanatología no solo son recomendadas tras la muerte de un ser querido, sino que también hay quienes buscan preparación previa al fallecimiento, en especial en situaciones donde alguien está en una etapa terminal.
En estos casos, la terapia se centra en ayudar a la persona a despedirse con amor y en acompañar a la familia para que también logren una despedida emocionalmente sana.
"La terapia se enfoca en cómo dejarlo ir con amor, en cómo no retenerlo y en cómo estar acompañando a su familia para darle calidad de muerte [...] las personas que están cercanas al final de la vida tienen miedo, por lo regular tiene miedo no tanto de la muerte sino de qué va a suceder con sus familiares".
El especialista también hizo hincapié en la importancia de derribar mitos en torno al duelo, como la creencia de que llorar a los seres queridos impide que "descansen". Este tipo de creencias pueden prolongar el sufrimiento emocional y dificultar el proceso de sanación.
Las sesiones de tanatología varían según cada caso, y pueden ir de 10 a 15 sesiones, dependiendo de la situación personal. García Mezhua invita a las personas a acercarse a pláticas y conferencias sobre el tema para aclarar sus dudas y prepararse emocionalmente antes de acudir a terapia.
Finalmente, destacó el papel crucial que juegan los familiares y amigos durante el duelo. Su apoyo consiste en permitir que la persona afectada exprese su dolor sin juzgarla, ofreciendo compañía y escucha, incluso si no saben qué decir, ya que a veces solo estar presentes es suficiente