Veracruz | 2023-06-24
María Ángeles estuvo a punto de sacar a la calle el ataúd de su esposo con ayuda de familiares y vecinos en protesta por el pésimo servicio de una funeraria de Veracruz que todo parece indicar quería sacar provecho de la situación, pues no quería llevarse el cuerpo con el pretexto de que no había espacio en el Panteón Municipal de Veracruz.
Esta triste historia empezó hace unos días cuando el señor Alejandro Olguín Rodríguez de 78 años enfermó, su esposa María Ángeles Oliva Quezada refiere que entre la familia juntaron el dinero para las medicinas, sin embargo falleció la madrugada del jueves 22 de junio, a las 5 de la mañana para ser precisos.
María Ángeles cuenta que los gastos fueron fuertes y su situación precaria, por lo que buscó apoyo con el DIF municipal de Veracruz, quienes viendo su situación le brindaron la ayuda para que su esposo recibiera cristiana sepultura.
La cobertura del apoyo del DIF municipal consistía en un ataúd básico, traslado, velatorio y entierro. La caja llegó ese mismo jueves, así como la preparación del cuerpo, sin embargo la funeraria empezó a poner trabas primero con los papeles y después con el espacio en el Panteón Municipal.
“Si yo habría sabido que esto iba a ocurrir no pido ayuda al DIF, pero desgraciadamente tuve la necesidad por falta de recursos y mira lo que pasó”, dice la mujer consternada y triste.
Nadie quiere abrir la caja del ataúd, no por temor o asombro, el cuerpo de don Alejandro Olguín lleva tres días en la caja, y con las altas temperaturas la descomposición se acelera, más en el pequeño cuarto donde vivía junto a María Ángeles, hasta el fondo de una privada en la Calle 7, entre Córdoba y Orizaba de la colonia Primero de Mayo, puerta marcada con el número 76.
“Si no llega la funeraria a las 2 de la tarde vamos a sacar el ataúd a la calle y los vamos a denunciar, dijeron los familiares en una transmisión de Facebook.
Y justo cuando los vecinos se preparaban para cargar el ataúd y llevarlo a la avenida JB Lobos, donde protestarían, la carroza de la funeraria hizo su arribo en la colonia Primero de Mayo, en Veracruz, unos minutos antes de la 2 de la tarde, para llevarse a su última morada a don Alejandro.