| 2025-05-30
La obra pública de un municipio no debería ser potestad de una sola persona, es decir el alcalde, sino que su planeación y ejecución debería incluir a los regidores, aseveró Arturo Mattiello Canales, presidente de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica.
Recordó que el ayuntamiento no sólo es el alcalde, sino un cuerpo edilicio de regidores, el síndico y el propio alcalde.
Consideró que ese esquema es fundamental para toda la población y por ello un alcalde no puede ser supra autoridad y se debe a sus representados.
"Un municipio ideal es que el alcalde, síndico y regidores tengan diferentes comisiones, que cada regidor tenga una parte de comisión de Obras Públicas, lo que beneficiaria a toda la población y evitaría que se jueguen tiempos políticos con la obra pública", aseveró Mattiello Canales.
Añadió que los directores, sobre todo el de Obras Públicas, no deben moverse como si no tuvieran autoridad, y la autoridad son los gobernados.
"En lugar de que todas las obras públicas las determine el director, puedes fraccionar el presupuesto y asignarle una parte del presupuesto a los regidores para que ellos determinen en dónde ejercer la obra pública.
"Digamos que el ayuntamiento en su conjunto se reserva la mitad del presupuesto; y la otra mitad la repartes entre los regidores y cada regidor dice en dónde se requiere qué obra pública", explicó Mattiello Canales.
Dijo que así se divide por completo el poder del control sobre acciones que inciden directamente en la ciudadanía.
"No conozco un municipio así, no hay ese tipo de municipios así: ésos son los municipios ideales", expresó Mattiello.
Afirmó que en las elecciones municipales lo que se juega es el dominio, la influencia política de alguno de los partidos que están en contienda, y son elecciones administrativas.