Veracruz | 2024-06-26
Cómo les va, mis cuates? Les cuento que yo ya estoy listo para carnavalear y para desvelarme hasta que el cuerpo aguante, entre carros alegóricos, comparsas, música, baile y unos alcoholitos.
Pero fíjense que entre mis recorridos callejeros he visto detalles que me preocupan, además de los baches y banquetas destrozadas.
Les hablo de las alcantarillas que parecen trampas peligrosas trampas peligrosas porque algunas como que se medio mueven cuando alguien las pisa. Se imaginan si se hunden y el trotacalles se rompe la pierna, un codo, la quijada y algo más?
Pobre del cristiano al que le suceda.
Pues ése es el caso de una alcantarilla que me encontré durante mis vagancias, en la calle Benito Juárez entre Miguel Hidalgo y Nicolás Bravo, en la esquina de Hidalgo casi frente al Parque Ciriaco Vázquez.
Al ver el boquete el primer pensamiento que viene a la mente es que la alcantarilla le quedó chica porque parece que se la tragará. O a la inversa, que el boquete le quedó grande.
Nada más hay que ver la disparidad entre uno y otro.
Si se fijan, verán que entre la alcantarilla de cemento y el asfalto de Juárez hay un espacio, a cualquier persona se le podría atorar el pie en esa ´rendija´.
Imagínense mis brothers, que caminen ahí y se les atore el pie. Les dolerá rete harto!!!
Y no es el único caso en el centro de la ciudad de Veracruz.
Así que mucho cuidado, mis hermanos jarochos, no vayan a meter la pata!!!
Se despide su amigo El Justiciero.