Veracruz | 2021-03-25 | Heladio Castro
La agresión al entorno natural en Boca del Río y sus inmediaciones es prácticamente irreversible, pero aún es posible iniciar medidas de mitigación para no acabar con lo último que queda de manglares y especies animales antes de perderlo para siempre, alertó Carlos Alberto Butrón Valenzuela, regidor décimo, de Ecología y Medio Ambiente en ese municipio.
Resaltó que los daños no se generan únicamente en casa, sino desde los municipios con los que tiene vecindad, porque hay una interacción ambiental y humana que no se inhibe con los límites geográficos.
“Recordemos que Boca del Río capta toda la contaminación de Veracruz, que atraviesa el canal de la Zamorana, Arroyo Moreno y llega a las aguas del río Jamapa, y lo peor es que cada vez le estamos robando más espacios con el crecimiento demográfico, le estamos robando espacio a nuestra única área natural protegida, que es Arroyo Moreno.
Construcciones
“La mayoría de los fraccionamientos que se están construyendo fueron autorizados en el 2016 y 2017 esos estudios de impacto ambiental y fueron autorizados los cambios de uso de suelo en esas fechas, la obra de El Dorado y otras afectan gravemente a la pesca”, remarcó Butrón Valenzuela.
Dijo que en las actuales circunstancias esos daños son irreversibles porque se laceró al último pulmón de la ciudad y se requiere voluntad política y ecológica para garantizar a la ciudadanía el derecho ambiental que le corresponde.
Aclaró que estar dañado el ecosistema no implica cruzarse de brazos y por el contrario, es hora de que autoridades de todos los niveles de gobierno, el sector privado, la sociedad civil y ambientalistas unan esfuerzos para iniciar acciones para revertir la agresión hasta donde sea posible.
“Que las plantas de tratamiento funcionen realmente, que los agresores paguen su cuota ambiental reforestando, apoyando a la ciencia o apoyando a que se haga un verdadero saneamiento”, subrayó.
En San José Novillero
El edil advirtió que fraccionamientos en la zona de San José Novillero empezarán a descargar sus aguas residuales sobre el río Jamapa y afectarán a la reproducción del pez chucumite, especie cien por ciento comercial cuya reproducción se ha mermado desde hace tiempo.
Y aunque la Riviera Veracruzana está en el municipio de Alvarado, Boca del Río no es ajeno a lo que ocurre en su entorno, porque el ecosistema no reconoce linderos políticos ni administrativos.
Se refirió al fraccionamiento Punta Tiburón y alrededores, donde desde hace años el ser humano viene diezmando a la población de cangrejos azules, porque el conjunto habitacional se asienta sobre las áreas de reproducción del crustáceo.
Agregó que al daño al cangrejo azul se suma la contaminación hacia las lagunas que rodean el área.