Abandona fiscalía de Veracruz a familiares de desaparecidos

Los casos de los albañiles y campesinos fallecidos en Tres Valles y el puerto, respectivamente, han sido abandonados por la fiscalía de Veracruz.

Veracruz - Boca del Río | 2024-08-31

La desaparición de ocho albañiles en el municipio de Tres Valles hace un año y la de cinco campesinos en el puerto de Veracruz en febrero de este 2024, tienen un factor en común a pesar de que ocurrieron en circunstancias, tiempos y lugares distintos.

Ambos son casos en los que la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha presentado ningún avance a sus familiares, quienes afirman que desde que se denunció lo primero que hicieron las autoridades fueron revictimizarlos.

Familiares de las víctimas, entrevistados por el periódico Imagen de Veracruz, nos comparten el calvario que ha sido la ausencia de sus familiares y la falta de voluntad de las autoridades para atender las investigaciones.

Caso Tres Valles

El 26 de agosto del 2023, fue la última vez que los familiares de ocho albañiles originarios del puerto de Veracruz, tuvieron comunicación con ellos.

Cristóbal Cintura Rufino de 30 años, Francisco Javier Tapia Hernández de 24, Cristian Iván Melchor Anell de 30, Óscar Ramírez Miranda de 18, Ever Yahir de los Santos Morales de 24, Cutberto Pérez Andrade de 26 años, José Manuel Martínez Tinoco de 20 y Felipe Cruz Montalvo de 56, fueron contratados para construir banquetas en el municipio de Tres Valles y viajaban todos los fines de semana a su casa, para reunirse con sus familias y llevar su sueldo para el gasto de sus hogares.

Doris Melchor, madre de Cristian Iván Melchor Anell, cuenta que su hijo era su único sustento. Desde su desaparición ha tenido que emplearse para mantenerse y al mismo tiempo para pagar los gastos que genera su búsqueda.

La mujer recuerda que el día que su hijo desapareció le contó que no llegaría a casa ese fin de semana porque les habían pedido adelantar el trabajo. Luego de que no supo de él, junto con familiares de los compañeros de su hijo viajó a Tres Valles para encontrarlo.

Preguntó con vecinos y ninguno quiso decir, por miedo, si había visto algo. Luego de ello presentó la denuncia en la sede de la Fiscalía Regional en Cosamaloapan, pero desde entonces no ha tenido ninguna respuesta de la autoridad.

En abril pasado, lograron sostener una reunión con personal de al FGE, que trasladó la carpeta de investigación a Xalapa, pero sin ningún avance hasta el momento, no el interés por explicar cómo realizan las investigaciones.

Campesinos desaparecieron en sede de la FGE

Liliana Santamaría León cuenta que desde el 15 de febrero del presente año que desapareció su esposo Rafael Montiel Cervantes, no ha podido dormir una noche completa, pensando si su esposo comió, si lo golpean o si está bien.

Rafael es uno de los cinco campesinos originarios del municipio de Actopan, reportados como desaparecidos junto con José Juan Montiel Cervantes, Jesús Cervantes Grajales, Lorenzo Ortiz Báez y David Hernández Aguilar.

Lo último que se supo de ellos fue que acudieron a una audiencia judicial en la que se resolvería un caso por presunto despojo de tierras en el Centro Integral de Justicia de la colonia Playa Linda del puerto de Veracruz, el juez mandó a receso y ellos ya no aparecieron.

Uno de los vehículos en los que se trasladaban, se quedó en el estacionamiento de las instalaciones de la Fiscalía donde se celebró la audiencia, pero de su paradero no hubo ninguna señal. La familia ni siquiera ha podido ver las videograbaciones del recinto del que desaparecieron.

Cuando denunciaron el caso y se hizo mediático, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez insinuó que estos habían huido para evitar afrontar a la justicia, pero después, con la presión social, tuvo que corregir y decir que el caso se investigaba.

Aunque el discurso cambió, los familiares de los campesinos aseguran que la Fiscalía General del Estado no ha hecho nada para buscarlos y abandonó el caso.

Liliana Santamaría afirma que la desaparición de su esposo y otros cinco campesinos, está enmarcada en una serie de amenazas previas, por parte de un particular que pretendía despojarlo de las tierras que cultivaban.

La desaparición ha marcado a las familias de las víctimas, al grado de que las esposas e hijos presentan ansiedad y depresión, por la incertidumbre de no saber qué pasó con ellos. Lo que se acentúa por la falta de atención de la Fiscalía, que los dejó a la deriva.

"Tenemos meses sin dormir, porque se siente la desesperación de vivir esta angustia, de no saber nada de ellos, si comerán, si los golpearan, son muchos sentimientos y no encontramos la solución, por eso estamos esperando a que nos den las respuestas".

/lmr 

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