Un grande entre los grandes

Veracruz | 2019-07-23 | Héctor Noguera Trujillo

Un grande entre los grandes

Honor a quien honor merece. Dicha sea la verdad, Veracruz estaba en deuda con don Roberto Francisco Ávila González, a quien los norteamericanos bautizaron como “Bobby Ávila”.

Esta semblanza viene a colación porque el pasado mes fue inaugurada una estatua en su honor, en la parte exterior del estadio de beisbol que lleva su nombre.

Hablar de Beto Ávila es referirse a una estrella del deporte, cuyo nombre y logros quedaron consignados para la historia en dos Salones de la Fama: el de Estados Unidos y el de México. Por si fuera poco, también brilló como político.

Anécdota personal

Cuando el autor de este artículo tenía 10 años de edad (mediados de la década de los 50´s) y radicaba en el Distrito Federal, existió un álbum infantil, que los niños llamábamos “de estampitas”. Allí desfilaban todo tipo de deportistas connotados, luchadores, futbolistas, beisbolistas, boxeadores, etc.

Y la imagen que completaba la colección, la más rara, por lo escaso, (truco de mercadotecnia, para seguir comprando las también llamadas “barajitas”) era la de un tal Beto Ávila.

Mientras pasaban los días y no conseguía su imagen, comencé a odiarlo. Cuando me la obsequiaron y pude pegarla en mi álbum, comencé a sentir admiración por él, dado que al reverso de la imagen venían anotados sus logros deportivos. Quién me iba a decir que, 20 años después -y en Veracruz- sería su Maestro de Ceremonias en diversos eventos tanto deportivos como políticos.

Su origen

Este personaje nació en la ciudad y puerto de Veracruz, el 2 de abril de 1924. Sus padres, de origen humilde, fueron don Jorge Ávila y doña María González. Tuvo tres hermanos, de los cuales dos destacaron en los deportes, el mayor, Juan, como futbolista y el menor, Pedro, como pelotero. 

De joven jugó futbol playero -descalzo- y solía decir que mucho de lo que aprendió en este deporte, le sirvió para triunfar como beisbolista. En sus tiempos de gloria, medía 1.77 m y pesaba 80 kilos.

Recorridos

Si bien jugó una temporada en Cuba, con los Azules de Almendares, la mayor parte fuera de su tierra natal fue en Estados Unidos (doce años).

Como era obvio, entre mayor iba siendo su éxito, mayor era su tensión, la cual le provocó una úlcera. Este hecho lo llevó a estar tomando leche con frecuencia. No faltó quien dijera que sus triunfos se los debía a la ingesta del líquido blanco.

En aquella época, el beisbolista confesó: “Mi corazón suena más fuerte que cuando era niño y jugaba futbol soccer a la luz de la luna, con el temor de ser descubierto”.

En su regreso al país, jugó dos temporadas con los Pericos de Puebla y se retiró jugando con los Tigres de México. Aunque parezca paradójico, nunca jugó en la Liga Mexicana con el equipo de Los Rojos del Águila (jamás se supo el por qué).

Ya en su regreso definitivo a la tierra que lo vio nacer, era fácil encontrarse seguido con don Roberto caminando por el centro histórico de la ciudad o en algún café acompañado de su inseparable puro cubano y rodeado de buenos amigos y admiradores. Dado que era una persona muy conocida, todo mundo lo saludaba con afecto.

Dada su popularidad, fue nombrado diputado local y luego diputado federal. De 1976 a 1979, fue presidente municipal de Veracruz. Poco después fue nombrado jefe de la Oficina de Hacienda del Estado. Por razones obvias, se convirtió en un promotor del beisbol a nivel nacional.

Algo que se volvió una especie de ritual exclusivo, fue la reunión bohemia de 4 “grandes”: Agustín Lara, Beto Ávila, Luis “el pirata” de la Fuente y Paco Píldora. Cada vez que el músico-poeta venía a Veracruz, reunía a sus tres mejores amigos en la afamada Casita Blanca… y festejaban el encuentro hasta el amanecer del día siguiente.  

El 28 de octubre del 2004 -hace 15 años- en la ciudad que lo vio nacer, ese gigante del deporte, a los 80 años de edad, decidió ir a jugar futbol y beisbol, ya no sobre la arena de la playa, sino sobre la superficie de las nubes. 

RECUADROS

SOBRENOMBRES

- Pelotero de las Grandes Ligas de beisbol en Estados Unidos

- El primer latino Campeón de Bateo (1959)

- Primera gran estrella del beisbol mexicano

- Estandarte del beisbol nacional

- El rey del rey de los deportes

RECONOCIMIENTOS

- “Su nombre ya está escrito en letras de oro en el mundo del beisbol” 

- Presencia en el Salón de la Fama de Estados Unidos y de México (1971)

- El estadio de beisbol de Veracruz y una de sus calles (CP 94295) llevan su nombre

- Estatua en su honor (2019)

LOGROS EN LA MBL

(En 1300 juegos en Ligas Mayores, durante 11 temporadas)

- Porcentaje de bateo: 281

- Anotó 80 jonrones

- Logró impulsar 467 carreras

- Obtuvo 1298 hits

- Anotó 725 carreras

- 185 dobles

- 35 triples

- 78 robos de base

- En 1951 logró “5 de 5”: 3 jonrones, un servicio y un doblete

- Obtuvo el título de Champion Bat al superar a la leyenda Ted Williams


Bobby Ávila tiene un buen swing, un ojo agudo, un espíritu de competencia y mucha confianza en sí mismo.”

Al López, manager de los Indios de Cleveland