Mariano Matamoros

Veracruz | 2019-02-12 | César Luna Herrera

Mariano Matamoros

El 3 de febrero de 1814, muere don Mariano Matamoros, la historia dice que: Sin Mariano Matamoros quizá no hubieran sido posibles las victorias de José María Morelos y Pavón sobre el ejército realista. 

Siento que he llegado a una edad en la que conocer la historia de mi país se ha convertido en un tema importante y aunque sé que la historia la escriben los vencedores (según una persona anónima), me apego al gran escritor español Enrique Jardiel Poncela quien señala: “Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que realmente sucedió”. 

En el grupo taller de lectura del cual soy facilitador, hemos leído muchos libros que aportan otros puntos de vista sobre los aconteceres históricos. Siempre he pensado que es bueno escuchar las versiones de ambas partes de un conflicto, así como los relatos de algunos de los testigos, para entonces formularnos una opinión valiosa sobre los hechos. 

Matamoros fue el lugarteniente de Morelos y  perteneció a la pléyade de sacerdotes y frailes que ocultaban admirables dotes militares, dotes que fueron reveladas hasta el momento en que la guerra por la independencia los llamó a empuñar las armas. 

No puedo evitar imaginar el sinnúmero de injusticias que estos sacerdotes habrán atestiguado durante el desarrollo de sus ministerios para llegar a tomar la decisión de apoyar la causa y salir a la lucha. 

Mientras Mariano Matamoros ejercía como párroco de Jantetelco (un pequeño municipio en el estado de lo que hoy es Morelos), comenzó a simpatizar con las ideas de los criollos en favor de la independencia y a participar en las reuniones de pugna, consideradas clandestinas que se realizababan en la entidad, esta fue la razón por la cual fue denunciado a las autoridades españolas poco antes de que diera comienzo la guerra. 

Matamoros pudo escapar para integrarse en Izúcar (hoy Izúcar de Matamoros en el estado de Puebla) a las filas insurgentes del cura Don José María Morelos y Pavón, el 18 de diciembre de 1811.

También, paso largos ratos imaginando cómo habrán sido esas reuniones llamadas clandestinas; de qué habrán hablado, cómo se habrán desarrollado los litigios (puedo apostar que algunos habrán sido super acalorados). También estoy seguro que por ser la mayoría sacerdotes, deben haber tenido mucha facilidad de palabra y excelentes tonos para impostar las voces. 

A las mujeres de estos grupos disidentes, las imagino de mirada fuerte, con tono decidido e inexorable al hablar y por supuesto, que casi todas deben haber sido atractivas. Imagino también, como María Greever dijo, todo lo qué se habrán dicho tan solo con las miradas porque aún entre ellos, debe haber habido desconfianzas.  

Morelos nombró al padre Mariano Matamoros coronel de su Estado Mayor y le encomendó la formación de su propio cuerpo militar. Algo que el padre Matamoroso llevó a cabo con los habitantes de Jantetelco y lugares aledaños. 

El coronel Matamoros construyó su ejército con una notable disciplina militar apoyado por Don Manuel Mier y Terán. Y pienso, ¿qué habrá dicho a su feligresía para convencerla de tomar las armas e ir a la guerra? Puedo apostar que las piezas claves para convencer a su congregación deben haber sido muchas de las mujeres que atendían  los eventos religiosos.  

La inteligencia del padre Matamoros fue decisiva en las victorias de los insurgentes y por ello fue condenado a muerte, a pesar de que Morelos le ofreció al virrey Félix Calleja 200 prisioneros españoles a cambio de la vida de su teniente general, de su “brazo derecho”, como él lo llamaba.

Matamoros decía: “La patria es una flor que hay que alimentar con justicia, libertad, y sobre todo con fe en Dios.”

Amable lector, el espacio se me agota, me despido de usted y me quedo vagando en este mar de reflexiones sobre la vida de los históricos personajes que estuvieron seguros que el pueblo de México se merecía una mejor vida.

GRACIAS