El dulce color de la temporada

México | 2018-12-21 | Agencias

El dulce color de la temporada

La colación es un dulce típico e infaltable en las fiestas navideñas. No se puede imaginar a la piñata sin su respectiva colación. Hay de diferentes tamaños, formas, sabores, texturas y colores.

Algunos son redondos, otros ovalados; de color rosa, amarillo, verde, azul o blanco; rellenos de naranja, limón, canela, cacahuate, almendra, nuez y hasta avellana; pero eso sí, todos cubiertos con azúcar glass o fécula de maíz. La verdad es que no importa cuál te toque, todos son deliciosos.

Pero, ¿de dónde surge este dulce tradicional? Su origen es incierto, el cronista Guillermo Prieto en “Memorias de mis tiempos (1840-1853)” habla de ello: “La Sra. Urruchua, viuda de Martínez del Campo, honorable y opulento comerciante, brilló en un tiempo en primer término en nuestra sociedad, y para caracterizar el lujo que gastaban, mencionaban unas popularísimas posadas en que se distribuyó la colación en valiosos platitos de plata”.


Original

Sin embargo, la versión que más se conoce sobre la creación de este dulce es la de “La Giralda”. En 1926 la española Consuelo Anaya de Pérez y su esposo Fernando Pérez García fundaron una empresa llamada “Hispano-Mexicana”, una pequeña fábrica de dulces.

En los años 40 renovaron la empresa y nació ‘La Giralda’, donde comenzó a fabricarse un dulce compuesto con salvado, que resultó un tanto duro, pero de buen sabor y lo llamó colación. Este dulce se volvió todo un éxito y La Giralda es líder en su fabricación.

Desde ese entonces comenzó a incluir el dulce en las tradicionales celebraciones mexicanas y a pesar de la incursión de otros, la colación sigue comprándose y llenando de color y sabor las fiestas navideñas.


El relleno

Las piñatas originales se rellenaban con productos de la estación, como jícama, tejocote, cacahuates, así como la caña de azúcar, naranjas, mandarinas y otras frutas. Este era el relleno que los niños ansiaban recoger luego de quebrar la piñata.

Con el paso de los años, estas tradiciones se han ido modificando y ahora, la fruta ha sido modificada por dulces, preferentemente que tengan envoltura, y la costumbre de llenarla de naranjas o cacahuates, ha quedado atrás.

La Navidad en México, sobre todo la de los más pequeños de la casa, sería totalmente diferente si esta tradición centenaria se perdiese. Por suerte, parece que eso no va a ocurrir nunca, por lo que podremos disfrutar durante muchísimo más tiempo de estos deliciosos dulces.