Veracruz | 2019-03-12 | Juana Santos Medel
Como toda institución, el Círculo Español Mercantil, El Centro Mercantil o Casino Español como lo menciona Bernardo García en el libro Puerto de Veracruz, guarda en su interior historias, anécdotas, tradiciones y fiestas religiosas relacionadas con los españoles radicados en la ciudad de Veracruz.
El Círculo Español Mercantil fue fundado en el año de 1864 por Juan Manuel de Sevilla, el objetivo fue que a partir de este se establecieran lazos de amistad, de cercanía entre los españoles que residían en la ciudad de Veracruz.
El Casino Español menciona García, “contaba con magníficos salones: el principal, reservado para las grandes recepciones, se adornaba con tres grandes cuadros, uno del almirante genovés, otro del conquistador extremeño y el tercero de la reina Isabel”.
En las fiestas que se efectuaban en el Casino, acudían las más notables familias, mismas que se distinguían o bien por el apellido o por su lujoso vestuario. Bailes, reuniones o conciertos se llevaban a cabo en ese espacio.
Los bailes
Como ejemplo de los bailes o banquetes que se realizaban están las que se efectuaban en torno a tres tradiciones religiosas que festejaban y que se llevaban a cabo en torno a la Virgen de la Covadonga, el último domingo de septiembre, la de Santiago Apóstol en julio y la de la Virgen del Pilar en el mes de octubre.
Hacia los años veinte, se perpetraban diversas actividades recreativas como el concierto celebrado en el Salón Principal en honor al notable violinista Pablo Sarasate. Este violinista y compositor nació en Pamplona. Estudió en diversas instituciones como en el Conservatorio de Santiago de Compostela y en el de París. Tuvo una gran trayectoria y viajó por Europa, América del Norte y Sudamérica.
Esta actividad dio inicio a las 8 de la noche y en ella tocó el violinista Sante Lo Priore, quién fue este violinista que se presentó en el Círculo Mercantil.
Pablo Guerrero G. en su blog soy musicaecuador presenta una hermosa fotografía del señor Lo Priore y algunos datos que son sumamente interesantes y que permiten conocer un poco más de lo que a nivel musical pasaba en la ciudad de Veracruz.
Nuevos descubrimientos
El señor Guerrero comenta que en el Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador se toparon a fines de los años ochenta con un documento que “contenía un pasillo” es decir, como un rollo de pianola que llevaba el título “mos de hablar cholito”.
Con dudas respecto a su autoría trataron de encontrarla, pero al no hallarla no continuaron su búsqueda, no obstante tiempo después en un catálogo discográfico de la RCA Víctor de principios de siglo XX se encontró a su creador, el señor Lo Priore, por el título de la obra pensaron sería ecuatoriano o colombiano. Sin embargo, tras continuar su búsqueda encontraron que era un violinista que había estado radicado en Guayaquil y Quito, de origen italiano.
Guerrero muestra algunas partituras y la firma de Lo Priore, quien estuvo en Quito en los primeros años del siglo XX, la pregunta que está en el aire es saber si ¿después de Quito viajó a México y se detuvo en Veracruz o llegó a Veracruz y se fue a México?
Lo interesante es que el programa que Lo Priore presentó estuvo compuesto por obras del violinista Pablo Sarasate. El concierto efectuado en el Círculo Español fue un gran acierto y para el artista que interpretó obras de Sarasate un gran triunfo, también participó la incipiente novata pianista, Mela Terán.
Mela Terán es mencionada por don Paco Píldora en una de sus décimas donde comenta algunos aspectos particulares de Veracruz, esa décima es la siguiente “Del Veracruz aquel del cilindrero, / del de Mela Terán y Pepe Azueta, / del Veracruz aquel del pirulero, / de aquel de los domingos de retreta”.
Otros talentos
Otra de las veladas artísticas que tuvo lugar en el Círculo Español Mercantil fue en la que estuvieron presentes miembros de la Colonia Ibera y de las familias destacadas porteñas. Se presentó el cuadro artístico Malquez como agradecimiento a las atenciones que en la ciudad tuvieron los españoles en especial la señora Malquez hacia ese grupo de artistas.
La concurrencia fue de lo más selecta, apellidos como Barranco, Pura Fuentes, Antúñez, Pedraz, Ferrer, Stache, Ranero, Fernández, Diez, entre muchos otros. La velada terminó a media noche, en el texto llama la atención como concluyó “…reuniones como estas, que imponen al espíritu un sello de sano placer y que proporcionan ratos de arte y de sociedad”.
Las reuniones que se llevaban a cabo en el Círculo Español eran realizados por los miembros del mismo o bien por españoles no socios que vivían en la ciudad de Veracruz.
La raza unida
El día 12 de octubre se realizó otra fiesta en donde se buscó ahondar las relaciones que existían entre españoles y mexicanos, ese día en el baile ofrecido en el Casino concurrió lo “más granado de nuestra Sociedad”.
El salón se adornó en paneles y con guías florales y entre estos focos eléctricos, en el descanso de la escalera se colocó un escudo de España, el cual también estaba iluminado con focos de color rojo y gualda ( el gualda es un color producto de “varias hierbas del género Reseda, de la familia Resedaceae, (en especial la Reseda luteola), que se cultivaban para obtener un tinte amarillo del mismo nombre” que le daba una vistosidad al escudo.
Muchas de las actividades se aprobaban en asamblea ordinaria o extraordinaria, así el día 22 de octubre se llevó a cabo una asamblea extraordinaria en donde el punto a discutir fue el de celebrar un baile en honor a las familias de los socios, el acto fue aprobado al considerarse que las actividades que se realizaban constituía una brillante “nota social”.
Se concluye con unas líneas que escribe Bernardo García en donde tanto los “nuevos ricos del régimen porfirista” como los de la vieja cepa y los comerciantes destacados se reunían en fiestas, banquetes que se ofrecían en el Círculo Mercantil, de igual forma ahí se hacían vínculos matrimoniales.
En la actualidad, el edificio del Círculo Mercantil Español es un hermoso espacio ubicado en la calle de Zamora, entre Cinco de Mayo y Madero.