Veracruz | 2019-03-12 | Gerardo Ruano Ramos
El periódico LA OPINIÓN, del 6 de julio de 1908, nos señala uno de los acontecimientos más importantes en el desarrollo de la urbanización del Puerto de Veracruz, la apertura a los tranvías.
El medio de transporte que en su momento era emblema de modernidad, y en los inicios del siglo XX llegó a mover la ciudad. Así lo relatan las crónicas.
La inauguración
“Ayer a las nueve y media de la mañana, el Jefe Político del Cantón González de Castilla, alcalde substituto, en representación del Gobernador del Estado, Don Teodoro A. Dehesa, hizo funcionar uno de los dinamos que suministran la fuerza para mover los tranvías eléctricos.
Una salva de aplausos y hurras resonaron en la planta y desde ese momento se consideró como inaugurado el nuevo servicio.
A pesar de lo inclemente del tiempo, concurrieron al nuevo edificio de máquinas, situado en la Colonia de las Obras del Puerto, las autoridades civiles, municipales, prominentes funcionarios del Gobierno, que hicieron viaje especial desde Xalapa y muchos particulares que representaban al Comercio y a la Industria local.
Los empleados superiores de la Empresa Pearson atendían a los visitantes y mostraban con solicitud y empeño la maravillosa, así puede llamarse sin exagerar, la instalación que dará fuerza, tracción y luz a la ciudad.
La casa construida de cemento armado, es una verdadera obra de arquitectura moderna, mucha claridad, ventilación y toda la maquinaria distribuida de un modo admirable.
El edificio de máquinas
De unos apuntes incluidos en elegantes souvenirs (recuerdos), decorados por una artística carátula grabada por Bouligny y Smith, tomamos los siguientes datos:
Esta instalación de fuerza es la primera que en la República será movida con motores de petróleo de combustión interna del sistema Diesel, y de hecho es la instalación más grande de su clase, en el mundo.
Hay seis motores de 550 H. P. (horse power, caballo de potencia) cada uno, tres de los cuales fueron construidos por la Augusburg Machinenfabrik Co., de Augusburg, Alemania, y tres por la casa de Sulzer Hnos., Winterthur, Suiza, las cuales casas están consideradas las mejores.
El petróleo crudo que usarán dichos motores se produce en el Estado de Veracruz. Los generadores eléctricos conectados directamente a estos motores, han sido construidos por los Sres. Siemens Hermanos, de Londres.
El elegante tablero de mármol, factor notable de la instalación de fuerza, fue construido por la casa Westhinghouse.
La grúa viajera para la manipulación de la maquinaria, corre de un lado al otro del edificio, y su claro es de 27.5, siendo el más largo en la República.
El edificio es todo armazón acero y está revestido con piedra labrada, siendo a prueba de incendio. Todos los cables de alimentación desde la estación de fuerza motriz hasta la ciudad son subterráneos, y en ninguna otra parte de la República existe otra disposición de su género.
Infraestructura existente
El sistema de alumbrado y la distribución para la fuerza son también subterráneos en toda la parte principal de la ciudad de Veracruz, y se ha calculado para una capacidad 40, 000 lámparas de 16 bujías.
Solo en las calles de poca importancia existen alambres aéreos.
El alumbrado público de las calles se hace por medio de 350 lámparas de arco, de 2000 bujías cada una. Los postes de las lámparas situados en el centro, calles principales y paseos de la ciudad, son del mismo tipo de los usados en la ciudad de Nueva York.
La fuerza motriz para los tranvías está suministrada por la instalación principal de fuerza, y además se ha instalado una batería de acumulación para mayor seguridad.
La vía está construida con rieles de 92 libras por yarda, colocados sobre viguetas longitudinales de concreto, y su construcción es igual a la usada en las grandes ciudades del mundo.
La longitud de las líneas en los tres circuitos es de diez kilómetros actualmente. Los carros son iguales a los usados en las Capitales europeas y americanas durante el verano.
Y en efecto, creemos con sinceridad que para la importancia y categoría de Veracruz, contamos hoy con una planta eléctrica de primera clase.
A las diez y media de la mañana, los invitados pasaron al circuito de Playa, en las calles de Landero y Cos, donde esperaban los diez carros eléctricos puestos ayer al servicio. El primero de ellos fue ocupado por una banda militar y el resto fue ocupado por los invitados.
El recorrido
Después de recorrer los circuitos de Bravo, Libertad, Sanidad, etcétera, los carros se detuvieron en la antigua cochera, la que había sido transformada.
Dos largas mesas ocupaban el local en toda su extensión. En el fondo se destacaba un paisaje relativamente bello y guirnaldas, festones, banderas y flores completaban el adorno.
En las mesas se habían distribuido riquísimas viandas frías, aguas de Perrier y la nueva cerveza Saturno de la Cuauhtémoc.
El lunch fue digno de la fiesta. A la hora del champagne, el ingeniero Vela con robusta voz, hizo uso de la palabra y en su breve brindis señaló los progresos realizados por nuestra ciudad en el corto plazo de treinta años.
Dijo que asistimos frecuentemente a una serie de mejoras materiales realizados por el esfuerzo de las autoridades y de los particulares y dio sus plácemes por ello a los ayuntamientos que iniciaron y vieron concluir la obra.
El ingeniero Vela también felicitó a la Empresa Pearson, a sus Directores y empleados por el éxito alcanzado y terminó brindando por la industria local que tanto podrá hacer en bien de la clase proletaria. El Jefe Político fue muy aplaudido.
Habló Mr. Crabtree
El antiguo jefe de Ingenieros en las Obras del Puerto, con su acento inglés, en un castellano muy simpático y visiblemente conmovido, comenzó su toast (brindis) diciendo que los empleados de la casa Pearson, no se habían distinguido como oradores; pero que él tenía que contestar a las frases laudatorias del ingeniero Vela, y hacer notar, una vez más, que el señor Pearson desde que obtuvo la concesión puso decidido empeño en hacer una planta eléctrica de primer orden. El orador muy conmovido, concluyó brindando por Veracruz.
El Ayuntamiento, por boca de uno de sus empleados, dio las gracias por las frases de felicitación, dedicadas al Cabildo que le ha tocado inaugurar las obras.
Después de tan significativos brindis, los concurrentes tomaron los tranvías y con muy gratas impresiones volvieron al centro de la ciudad. A la una del día en su residencia particular, José Mirón y Mosquera dio un banquete a los empleados superiores de la casa Pearson.
A pesar de que las calles estaban ayer muy concurridas, no hubo desgracias que lamentar y solo se contaron dos o tres casos de imprudencia por parte del público.
Suponemos que en lo futuro, no se permitirá aglomeración de pasajeros en los estribos de los carros. Después la culpa será del sistema.”
FUENTE: INVITACIÓN DE LAS OBRAS DE LA ERA MODERNA. José Pérez de León. Estampas de Veracruz Antiguo, (1980)