Ciudad de México | 2021-02-27 | Imagen del Golfo
El inicio de las precampañas electorales supuso el aterrizaje violento de grupos criminales en el país. Los ataques perpetrados en su mayoría por bandas delictivas se han concentrado hasta ahora en los estados de Guerrero y Veracruz.
En la primera entidad, localizada en la costa del Pacífico, las agresiones han convulsionado a los habitantes. La primera víctima se trató de Antonio Hernández Godínez, precandidato del partido de la Revolución Democrática a la alcaldía de Chilapa, fue ejecutado a tiros el 25 de noviembre.
Un mes después, el 21 de diciembre, corrió con la misma suerte el precandidato de Morena al municipio de Pilcaya, Efrén Balois, y ese mismo día otro político de izquierda, Mario Figueroa Mundo, precandidato a la alcaldía de Taxco fue gravemente herido.
Veracruz, la entidad portuaria mexicana, que se encuentra en la costa del Golfo de México, se posiciona como la segunda región más violenta en las elecciones 2021.
En este lugar, el pasado 8 de febrero fue acribillado el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) y actual regidor del municipio de San Andrés Tuxtla, Carlos Fernández Rocha. Tres días después sucedió lo mismo con Gilberto Ortiz Parra, precandidato de Morena a la presidencia de Úrsulo Galván.
El 15 de febrero, el mismo día, Gladys Merlín y Karla Medina, madre e hija, fueron asesinadas. Karla buscaba ser la candidata por Morena a la alcaldía de Cosoleacaque, mientras su madre, años atrás había ocupado el mismo cargo.
De acuerdo con la periodista y escritora mexicana, Anabel Hernández, en el contexto de violencia política, la principal víctima es el ciudadano, atrapado entre el fuego y la “democracia en vilo”.
Por un lado está la imposición de los grupos criminales, quienes con mecanismos violentos pretenden posicionar a sus candidatos. La autora del libre El Traidor explica este fenómeno a partir de que los grupos criminales necesitan ejercer control territorial para desarrollar sus negocios de droga, extorsión, tráfico de personas.
Pero no sólo los cárteles integran este esquema violento. Hernández señala el eslabón de los empresarios, que quieren tener influencia en los candidatos porque ven a los cargos electorales como una fuente de negocios ilícitos a través de la corrupción.
De acuerdo con el estudio “Crimen Organizado y violencia en México”, publicado el año pasado por la Universidad de San Diegos, en Texas, EEUU, en México de 2002 a 2019 han sido asesinados 264 alcaldes, ex alcaldes y precandidatos. En este lapso, el 2019 se posicionó como el año mas violento con 25 casos, 10 eran del Partido Revolucionario Institucional (PRI), 4 del PRD, 3 de Morena, 2 autoridades elegidas bajo la modalidad de “usos y costumbres”, 1 del Partido Verde Ecologista y otro del PAN, siendo Oaxaca el estado donde ocurrieron más casos.
Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que cuando hay elecciones los criminales toman partido por algún candidato para tener el control del municipio o estado.
“Estamos tratando el caso, cuando hay elecciones se mete el crimen organizado y también la delincuencia de cuello blanco, se meten a financiar campañas y toman partido a favor de candidatos porque quieren tener control en los municipio y en los estados”, indicó el mandatario mexicano.