Veracruz | 2017-10-18 | Agencias
¿Cómo reconocer a un can maltratado y ayudarle? En este artículo se enumeran las claves para ello.
1. Tristeza
La desconfianza hacia las personas, en especial hacia las que conoce, es uno de los primeros signos que revelan que un perro puede estar sufriendo abusos, físicos o psicológicos.
El miedo explica que un can maltratado tema la hora de salir a la calle: cualquier ruido es motivo de pánico para él. La falta de actividad física, la tristeza y la depresión son otras señales que pueden alertar de que un perro sufre maltrato y necesita ayuda.
2. No quiere jugar
La incapacidad de relacionarse es una anomalía en un animal de manada como el can. Además, la capacidad de jugar es una de las características que define a un perro sano y feliz. Un animal que, por el contrario, muestra recelos cuando se le propone una actividad lúdica o que, incluso, da signos de no saber jugar, son situaciones que pueden estar avisando de que está sufriendo maltrato.
Vigilar la reacción del can hacia ciertos objetos es otra forma de detectar posibles maltratos. Un perro que huye despavorido, gruñe o se esconde ante utensilios domésticos como una escoba es probable que haya sido golpeado con algo similar en el pasado.
3. Miedo a la escoba
La persona que adopta un perro que ha sido maltratado debe considerar la posibilidad de que, por miedo, el can pueda atacar cuando le vea con un objeto que le recuerde al que fue utilizado para maltratarle. Una pronta visita al veterinario o etólogo canino de confianza ante cualquier situación de temor que pueda presentarse guiará a la familia.
4. ¿Perro maltratado en soledad?
La soledad del perro extrema es otra forma de maltrato. El can es un animal social y de manada, que precisa de las relaciones sociales para mantenerse sano. Un perro privado del contacto con personas y otros congéneres sufre. El daño que provoca la soledad abusiva en el animal se agudiza cuando la víctima es un cachorro o un can de corta edad.
Un perro que ha padecido una soledad prolongada es posible que experimente una dependencia excesiva hacia su nueva familia. Es habitual que sienta terror ante la posibilidad de quedarse solo de nuevo. Este temor al abandono es lo que los veterinarios denominan ansiedad por separación en canes. Un perro que sufre este trastorno suele perseguir de un modo anómalo a su dueño cuando nota que se prepara para salir de casa.
5. Señales físicas
Lesiones, heridas y cicatrices anómalas son señales físicas de abuso. Para reconocerlas, hay que palparlas con las manos. La exploración de la piel canina debe hacerse de forma más detenida en las zonas del cuello y en las caderas y las zonas traseras: si se detectan ausencia de pelo o llagas, puede ser un aviso de que el perro ha sufrido lesiones o ha estado atado largos periodos de tiempo.
6. Receloso hacia las personas
Un can que ha padecido maltrato suele mostrarse nervioso y temeroso. El daño sufrido explicará que el animal pueda experimentar, en un principio, recelo hacia las personas. Reeducar a un perro que ha sufrido abusos físicos o psicológicos precisa tiempo, cariño y ciertos esfuerzos para lograr que el animal confíe en su nueva familia y que pueda ser, al final, feliz.