Ciudad de México | 2024-04-15
Luego de ordenar la irrupción en la embajada de México, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa propone al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comer tacos y ceviche para resolver el conflicto diplomático.
Así lo dio a conocer la reportera Prue Lewarne, del medio neozelandés, SBSNews, a través de una entrevista exclusiva que realizó al presidente ecuatoriano:
"Invitaré al presidente Obrador a tomar un ceviche, probablemente comamos tacos juntos, y hablemos".
Al ser cuestionado de cuándo sería ese encuentro, respondió con una sonrisa "cuando esté listo".
Además Noboa negó tener algún remordimiento por ordenar el allanamiento de la misión mexicana –, cuyas comunicaciones también fueron intervenidas- , y argumentó a su favor que está "del lado correcto de la historia" y que algunos Gobiernos usan sus embajadas para "salvar a criminales de su sentencia".
Noboa sostuvo la justificación de la irrupción en la Embajada de México en Quito:
"En este caso, Jorge Glas tenía una sentencia. Tenía un juicio justo. Tenía una sentencia y tenía que estar en la cárcel y eso es lo que nuestro Departamento de Justicia pensaba y también lo que pensaba el poder judicial de Ecuador. No me arrepiento".
Reiteró que México violó las convenciones de asilo, al acoger al exvicepresidente de su nación.
Antes de difundirse la entrevista de Noboa con el medio internacional, López Obrador dijo en su Mañanera con respecto a un acercamiento de las partes:
"La verdad es que ya está en la Corte –Penal Internacional- este asunto, y parece que cuando ya se presenta una denuncia en la corte ya no se puede estar haciendo reuniones o acuerdos bilaterales, hay que esperar a que la corte resuelva, hay que esperar eso".
El 5 de abril la Policía Ecuatoriana irrumpió en la embajada mexicana en Quito y arrestó al ex vicepresidente Glas, acusado de presunta corrupción.
La determinación del gobierno ecuatoriano, llevó a la ruptura -por parte de México-, de las relaciones diplomáticas, además de que varias naciones del continente, incluidos EU y Canadá, así como países miembros y la Unión Europea, reprobaron la decisión de la administración de Noboa.