| 2024-03-24
Aunque en su momento la tuberculosis era una enfermedad mortífera hoy en día se puede salvar a los pacientes siempre y cuando estos sean atendidos en los primeros meses de los contagios.
La tuberculosis se diagnostica y trata de forma oportuna, sobre todo en los primeros dos meses después del contagio, es cuando se consigue salvar al paciente, refieren especialistas de la Coordinación de Salud Ocupacional Preventiva del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) "Dr. Ismael Cosío Villegas", de la Secretaría de Salud.
El tratamiento es gratuito en las instituciones públicas de salud y consiste en la ingesta diaria de fármacos y vigilancia médica durante al menos cuatro meses, para evitar el resurgimiento de bacterias.
La o el paciente debe acudir cada día al centro de salud para que se le suministre el fármaco contra la tuberculosis pulmonar, donde además se le practica revisión médica; en caso de que físicamente no se pueda mover, el personal médico acude a su domicilio para proporcionar el medicamento.
Como parte de la atención integral, los profesionales de la salud también aplican pruebas de detección del bacilo de la tuberculosis a quienes convivieron por lo menos seis horas con la o el paciente, con el objetivo de confirmar o descartar el contagio; si el resultado es positivo, reciben tratamiento.
La tuberculosis pulmonar se transmite vía aérea cuando la persona enferma tose o estornuda y las gotículas que expulsa son inhaladas por quien está cerca. El desarrollo de la enfermedad depende del sistema inmune y las condiciones ambientales.
En el mundo, la tuberculosis pulmonar es una de las primeras causas de enfermedad en vías respiratorias y afecta principalmente a personas que viven en condiciones de pobreza, con desnutrición, en hacinamiento, con higiene inadecuada o que consumen esteroides como tratamiento para otra enfermedad crónica.
Por ello, personal médico de la dependencia federal hace un llamado a la población a acudir a la unidad médica que corresponda en caso de sospechar haberse contagiado por convivencia con personas enfermas o si presenta signos y síntomas de tuberculosis. Muchas personas desconocen que están contagiadas, por lo que es importante acudir solicitar atención médica y realizarse la prueba, sobre todo, si presentan tos con expectoración durante dos semanas continuas, sin causa aparente.