México | 2025-02-24
La diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), Kenia López Rabadán, presentó una iniciativa de reforma constitucional para modificar el nombre oficial del país, eliminando la denominación "Estados Unidos Mexicanos" y estableciendo únicamente "México" como su identidad oficial.
La legisladora argumentó que esta modificación no alteraría la forma de gobierno ni el sistema federal, sino que fortalecería la identidad nacional, simplificaría documentos oficiales y alinearía la denominación del país con el uso que ya se le da a nivel internacional en organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).
El nombre "Estados Unidos Mexicanos" ha estado presente en la Constitución del país desde 1824, cuando se estableció el sistema federal tras la independencia de España.
A lo largo de la historia, la nación también ha sido referida como "República Mexicana" en 1857, "Nación Mexicana" en 1824 e incluso "América Mexicana" en 1814.
En su iniciativa, López Rabadán destacó que la palabra "México" tiene un fuerte arraigo cultural e histórico, pues proviene del náhuatl y se compone de:
Lo que se traduce como "en el ombligo de la luna", en referencia a la ubicación de Tenochtitlan, capital del imperio mexica, situada en el centro de una cuenca lacustre.
La diputada panista señaló que esta no es la primera vez que se plantea modificar el nombre del país, recordando que en el pasado ya se han presentado propuestas similares por parte de distintas fuerzas políticas.
En particular, mencionó la iniciativa promovida por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, quien en 2010, cuando estaba al frente del Poder Ejecutivo, propuso eliminar la denominación de "Estados Unidos Mexicanos" y dejar únicamente "México" como nombre oficial del país.
En aquella ocasión, la iniciativa de Calderón recibió respaldo dentro del PAN, pero no prosperó en el Congreso.
Según la propuesta de López Rabadán, la eliminación del término "Estados Unidos Mexicanos" no afectaría la estructura política y administrativa del país, ya que la Constitución seguiría estableciendo que México es una república representativa, democrática, laica y federal compuesta por estados libres y soberanos.
La iniciativa busca únicamente formalizar el uso cotidiano del nombre México, mismo que ya es ampliamente utilizado en los medios de comunicación, documentos oficiales, relaciones internacionales y en la vida diaria de la población.
La propuesta será analizada en el Congreso de la Unión, donde deberá ser discutida y aprobada por ambas cámaras legislativas antes de convertirse en una reforma constitucional. Para ello, necesitará el apoyo de una mayoría calificada, lo que implica que deberá contar con el respaldo de otras fuerzas políticas más allá del PAN.