México | 2025-06-17
¿Estás de pie todo el día en tu trabajo y te preguntaste si puedes pedir una silla sin meterte en problemas? Desde este 17 de junio de 2025, la respuesta es clara: sí puedes pedirla, y además, debes hacerlo si tu puesto lo permite. No es un capricho, es un derecho respaldado por la ley.
La entrada en vigor de la llamada "Ley Silla" marcó un cambio importante en los derechos laborales de muchos trabajadores. No se trata solo de comodidad. Se trata de salud, de dignidad y de condiciones justas para quienes pasan horas sin descanso.
La reforma a los artículos 132 y 133 de la Ley Federal del Trabajo establece algo muy simple: si tu trabajo se puede hacer sentado, debes tener una silla disponible. Esto aplica desde oficinas y tiendas, hasta fábricas o ventanillas.
El empleador tiene la obligación legal de proporcionar asientos adecuados con respaldo. Las empresas tienen un margen de 180 días —desde el 17 de junio— para ajustar sus espacios y reglamentos. Pero ojo, eso no significa que puedan negar una silla durante ese tiempo si ya es viable usarla.
Aquí viene lo importante. Pedir una silla no es causa de despido. Si alguien te despide por ejercer este derecho, la ley lo llama despido injustificado, y el patrón puede meterse en serios problemas.
Las sanciones económicas van desde los 28 mil hasta los 280 mil pesos, dependiendo del caso. Y sí, también se puede ordenar una inspección o incluso una suspensión temporal de actividades si hay reincidencia.
Si estás pasando por esta situación, esto es lo que puedes hacer paso a paso:
1. Reúne pruebas: Correos, mensajes, testigos... todo suma. No son indispensables, pero ayudan.
2. Contacta a la Profedet: La Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo te orienta y te representa de forma gratuita.
3. Presenta una denuncia: Puedes hacerlo de forma anónima, aunque también es válido ir de manera presencial a una de sus oficinas. La sede principal está en CDMX, pero hay representación en todo el país.
4. Espera la inspección laboral (si se amerita): La STPS puede verificar si tu empresa está cumpliendo o no con la "Ley Silla".
No se trata solo de colocar una silla más. Se trata de respetar el derecho al descanso postural. De prevenir várices, fatiga muscular o dolores que antes se normalizaban. Ahora, con esta reforma, lo que antes era una petición incómoda, se convierte en un reclamo justo.
Y si alguien en tu trabajo intenta decir lo contrario, recuérdalo: no estás pidiendo un favor, estás ejerciendo un derecho. Y por ley, no pueden despedirte por hacerlo.