México | 2024-12-06
El calcio es un mineral esencial para el desarrollo y crecimiento de los niños, especialmente durante sus primeros años de vida. Según un estudio del Instituto Nacional de Pediatría publicado en 2023, alrededor de 3500 millones de personas en el mundo presentan una ingesta inadecuada de calcio, una deficiencia especialmente pronunciada en regiones de África y Asia. En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012 reveló que el 25.6% de los niños entre 0 y 4 años, y cerca del 60% de los niños entre 5 y 11 años, no consumen suficiente calcio.
Este mineral representa hasta el 2% del peso corporal humano y es fundamental para la formación de huesos y dientes, donde se almacena el 99% del calcio del cuerpo. Además, participa en funciones vitales como la contracción muscular, la coagulación sanguínea, la dilatación y contracción de los vasos sanguíneos, y la transmisión de señales nerviosas.
Durante la infancia y la adolescencia, los huesos están en constante desarrollo. El consumo adecuado de calcio en estas etapas es crucial para alcanzar una densidad ósea óptima que reduzca el riesgo de osteoporosis y fracturas en la adultez. Después de los 20 a 25 años, la densidad ósea comienza a disminuir de forma gradual, lo que subraya la necesidad de una ingesta adecuada en los años formativos.
La mejor manera de asegurar una ingesta adecuada de calcio es a través de una dieta balanceada. La leche y los productos lácteos son fuentes destacadas, ya que además de calcio, contienen vitamina D y fósforo, que mejoran su absorción. Otros alimentos ricos en calcio incluyen:
Para quienes buscan opciones adicionales o complementarias, existen productos fortificados diseñados para cubrir las necesidades de calcio. Por ejemplo, "NIDO Fortificada" de Nestlé ofrece en cada vaso más del 30% del requerimiento diario de calcio.
Garantizar el consumo adecuado de calcio desde la infancia no solo contribuye a la formación de huesos fuertes, sino que también sienta las bases para una vida saludable en la edad adulta. Promover una dieta rica en este mineral es una inversión en el bienestar futuro de los niños.