Chihuahua | 2024-10-08
Foxconn, reconocido como el mayor fabricante de electrónica por contrato a nivel mundial, ha iniciado la construcción de una planta en México destinada a ensamblar los superchips GB200 de Nvidia, un componente clave para la plataforma de próxima generación Blackwell.
Esta planta se proyecta como la mayor del mundo en su tipo, según anunció Benjamin Ting, vicepresidente senior de Foxconn, durante un evento en Taipéi.
La inversión en esta planta representa un paso importante para Foxconn, que ha destinado más de 500 millones de dólares a fortalecer su presencia en el estado de Chihuahua.
El desarrollo de estos chips permitirá responder a la creciente demanda de tecnología de inteligencia artificial (IA), un sector que se ha expandido rápidamente y en el que Foxconn ya tiene un papel crucial al ensamblar servidores que procesan trabajos de IA.
La alianza con Nvidia ha sido fundamental para Foxconn, ya que los superchips GB200 forman parte de la arquitectura Blackwell, que Nvidia presentó como una solución de vanguardia para mejorar el rendimiento en tareas avanzadas de IA.
Estos chips se están utilizando en servidores capaces de procesar grandes cantidades de datos, una tecnología esencial para el futuro de la computación en la nube y la automatización industrial.
Benjamin Ting destacó que la demanda de estos chips es "enorme" y se espera que esta planta en México juegue un rol crucial en satisfacer las expectativas del mercado.
Nvidia ya comenzó a enviar muestras de estos chips a sus socios y clientes, y anticipa ingresos multimillonarios para finales del cuarto trimestre de este año.
Además de su incursión en el mercado de la inteligencia artificial, Foxconn busca diversificar su negocio hacia la producción de vehículos eléctricos (VE).
La compañía taiwanesa, a través de su marca Foxtron, está explorando la fabricación por contrato de automóviles eléctricos, aprovechando su experiencia en tecnología avanzada.
El presidente de Foxconn, Young Liu, reafirmó el compromiso de la empresa con este sector, subrayando que la revolución tecnológica en la fabricación de VE elimina la necesidad de que las automotrices produzcan componentes como el motor, lo que abre nuevas oportunidades para Foxconn en la industria automotriz.
Este movimiento estratégico busca consolidar a Foxconn como un actor clave no solo en la fabricación de productos electrónicos de consumo, como los iPhones de Apple, sino también en sectores emergentes como la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos, ambos con gran potencial de crecimiento a nivel global.