Esta es la bacteria que provoca la tos ferina; en infantes podría ser letal

Se pueden tomar medidas preventivas contra la tos ferina

| 2025-03-09

La tos ferina es una enfermedad infecciosa de alta contagiosidad provocada por la bacteria Bordetella pertussis, la cual afecta exclusivamente a los seres humanos de cualquier edad. Sin embargo, representa un riesgo mayor para los bebés, ya que puede ocasionar discapacidad permanente o incluso la muerte.

Esta afección se presenta con mayor frecuencia en niños menores de 12 años, pero mayores de 3 meses.

El contagio ocurre al entrar en contacto con secreciones respiratorias de una persona infectada. Posteriormente, entre una y dos semanas después, comienzan a manifestarse síntomas similares a los de un resfriado común, como fiebre, secreción nasal y tos leve, que con el tiempo se intensifica.

A medida que avanza la enfermedad, la tos se vuelve más fuerte y persistente, provocando dificultad para respirar tras episodios intensos acompañados de un silbido característico. Estos episodios suelen presentarse principalmente durante la noche, dificultando actividades como alimentarse o hidratarse, y pueden extenderse hasta por 10 semanas.

El contagio ocurre al entrar en contacto con secreciones respiratorias de una persona infectada

En los casos más graves, especialmente en bebés, los episodios de tos pueden provocar pausas temporales en la respiración, aumentando el riesgo de complicaciones severas o incluso la muerte.

Ante esta situación, es común que los menores requieran la administración de líquidos por vía intravenosa o tratamientos más especializados para evitar deshidratación.

El tratamiento de la tosferina consiste principalmente en la administración de antibióticos, con el objetivo de controlar la infección y reducir el riesgo de propagación.

No obstante, cuando los ataques de tos son severos, es necesario brindar soporte médico más intensivo, especialmente en bebés o personas con afecciones respiratorias preexistentes.

La prevención sigue siendo la mejor herramienta para combatir esta enfermedad. En México, la vacuna pentavalente acelular ofrece protección contra la tosferina, además de prevenir difteria, tétanos, poliomielitis e influenza tipo B.

El tratamiento de la tosferina consiste principalmente en la administración de antibióticos

 El esquema de vacunación contempla cuatro dosis aplicadas a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad. Posteriormente, a los 4 años, se administra un refuerzo mediante la vacuna DPT, que protege nuevamente contra difteria, tétanos y tosferina.

Proteger a los niños mediante la inmunización adecuada es fundamental para reducir riesgos y evitar complicaciones graves.

Además, mantener prácticas de higiene, evitar el contacto con personas enfermas y vigilar cualquier síntoma respiratorio persistente permitirá prevenir el contagio y propagación de esta enfermedad.

.
.