Ciudad de México | 2022-08-09
Recientemente se reportó la comercialización de tortillas piratas, elaboradas con olotes. Las tortillas piratas suelen ser pálidas, casi blancas.
Cuando se recalientan a fuego indirecto, las tortillas nixtamalizadas recobran su elasticidad, mientras que aquellas que no pasan por este proceso pueden romperse fácilmente. Al estar elaboradas con productos más pesados, las piratas no se inflan, efecto que suele ser común en las versiones tradicionales.
El precio y los locales en los que se pueden adquirir las tortillas son otros de los signos que te pueden alertar sobre que, en realidad, no estás comiendo maíz, sino olotes.
La escalada en los precios y el aumento en los insumos para su producción han hecho que se encarezcan. Justo en estos estados es donde se ha registrado la aparición de tortillas piratas, es decir, hechas con ingredientes que no están considerados como aptos para el consumo humano, pero a un precio mucho más bajo: 13 pesos por kilo.
El olote es la parte central de la mazorca y no se considera apta para consumo humano, debido a su alta concentración de celulosa, la cual no es digerible por el organismo. De hecho, el uso común del olote es como forraje ganadero, aunque al molerlo junto al maíz puede tomar una textura harinosa.