| 2024-09-22
Desde redes sociales hasta cuentas de correo electrónico, se pueden asegurar como parte del legado digital de una persona y brindar paz a sus seres queridos en el mundo cibernético.
En México se ha legislado en la materia, luego de las modificaciones al artículo 1392 del Código Civil de la CDMX, que permite heredar información digital almacenada en la nube, archivos electrónicos, bienes o derechos digitales almacenados en algún equipo, gadgets o incluso perfiles de redes sociales, como TikTok o Facebook.
Las personas que deseen realizarlo deberán solicitar al notario resguardar toda la información en un apéndice del documento, que puede incluir desde correos electrónicos, dominios web, archivos, fotografías, perfiles, claves y hasta las contraseñas, entre otros.
Además podrá nombrar a un ejecutor especial a quien se le dará la información necesaria para acceder a los bienes o derechos digitales para cumplir la última voluntad del testador.
A través del testamento digital, se pueden designar albaceas digitales que se encarguen de gestionar y cerrar cuentas en línea, proteger la privacidad digital y asegurar la transferencia de activos digitales a los beneficiarios designados.
Ahora, en la moderna era digital es necesario, ya que se puede resguardar la huella en línea, desde las redes sociales hasta archivos digitales.
El legado digital puede ser útil en asuntos legales y financieros, facilitando la gestión de activos digitales y cuentas en línea.
Existen varios tipos de testamento digital:
Testamento digital general
Abarca todos los aspectos del legado digital de una persona, incluyendo contraseñas, cuentas en línea, archivos digitales y deseos sobre su presencia en internet.
Testamento digital específico
Solo abarca un área particular del legado digital, como cuentas de redes sociales, archivos importantes almacenados en la nube o instrucciones específicas para el manejo de ciertos activos digitales.
Instrucciones para albaceas digitales
Guarda las peticiones del testador a quienes serán responsables de administrar y cerrar las cuentas en línea, proteger la privacidad digital y distribuir los activos digitales según las instrucciones del fallecido.