Italia | 2020-10-09 | Agencias
A través de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó al mandatario de Italia, Sergio Mattarrella, ayuda para que la Biblioteca Medicea Laurenziana y la Universidad de Bolonia presten a México los códices Codex Fiorentino y Codex Cospi o Bologna, dos tesoros culturales mexicanos y de la humanidad, para exhibirlos durante un año, en ocasión del Bicentenario de la Independencia.
En una carta le planteó que correspondería con una exposición de piezas arqueológicas de las culturas olmeca, maya, mexica “o cualquiera otra del Pacífico, centro o norte del país, o bien, aportar obras que pudieran ser de su interés, de grandes artistas mexicanos como Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y otros. Estamos abiertos a sugerencias”.
Mi petición concreta, expuso, “es que ambos códices sean prestados para exhibirlos en México, haciéndome responsable de su devolución con todas las garantías y seguridades de su traslado a nuestro país y su regreso a Italia”.
Le escribió: como “usted comprenderá, nuestra vocación por el enaltecimiento de la memoria histórica es fundamental en el proceso de la cuarta transformación que está en marcha en nuestro país”.
López Obrador informó en redes sociales que hoy su esposa se reunió con el presidente italiano, como parte de su visita a Europa, “con el propósito de obtener piezas históricas y arqueológicas de México para exponerlas en nuestro país por el Bicentenario de la Independencia”.
En la carta explica que el Codex Fiorentino, que se encuentra en la Biblioteca Medicea Laurenziana, fue escrito entre 1540 y 1585 por fray Bernardino de Sahagún en náhuatl, latín y castellano. “Pertenece a la cultura azteca de la antigua Tenochtitlán, Tlatelolco y Texcoco. Aunque fue elaborado a principios del periodo virreinal es un testimonio muy valioso sobre la vida cotidiana y cosmogonía indígenas. Además, contiene ilustraciones realizadas por tlacuilos, los antiguos ilustradores mexicanos”.
Respecto al Codex Cospi o Bologna, explicó que “es de la cultura del valle náhuatl (o mexica), escrito antes de la conquista española, y revela sus avances en matemáticas y astronomía. Lo preserva la universidad de Bolonia”.
En el texto narró que el próximo año, “por coincidencias del tiempo se llevará a cabo la recordación de tres momentos fundamentales en la historia nacional: primero, el bicentenario de nuestra Independencia de la Monarquía española, en 1821; segundo, la caída de México-Tenochtitlán, en 1521, por el ejército de Hernán Cortés y, tercero, la fundación de las primeras villas de dicha ciudad, en 1321”.
Por estos acontecimientos es que, abundó López Obrador, “queremos mostrar a los mexicanos la grandeza cultural de nuestro pueblo que, por los intereses de quienes nos invadieron y colonizaron, fue distorsionada; téngase en cuenta que desde hace 500 años, se narró que aquellos pueblos originarios de Mesoamérica eran atrasados y bárbaros y que gracias a la conquista fueron civilizados.
“Esta ideología ha sido empleada siempre, a lo largo de la historia y en todos los pueblos, para justificar saqueos y atrocidades. Es por ello que nos importa mucho insistir en la grandeza del México prehispánico”.
Al presidente Mattarrella le subrayó que las relaciones de amistad y cooperación entre México e Italia son y seguirán siendo muy buenas.
“Quiero expresarle que creo en el ideal de que cuando se lucha por la justicia hay un solo mundo, no existen fronteras, y la fraternidad universal es superior a cualquier tendencia política”.
Le mencionó que guiado por esa convicción, un nieto de Giuseppe Garibaldi, homónimo de quien fue uno de los grandes políticos de Italia en el siglo XIX, se adhirió a las filas revolucionarias de Francisco I. Madero, “quien con un modesto ejército logró derrocar a la dictadura que encabezaba Porfirio Díaz.
Señaló que fue conocido como “Pepe o Peppino” y alcanzó el grado de general en aquella revolución que culminó en mayo de 1911 con la victoria de los rebeldes en Ciudad Juárez, Chihuahua, entre los que se encontraba el famoso “centauro del norte”, Francisco “Pancho” Villa.
“Este Garibaldi, en mi opinión, es una figura parecida al legendario guerrillero Ernesto ´Che´ Guevara, un soldado internacionalista”.
El presidente mexicano envió al de Italia el libro que escribió sobre Catarino Erasmo, “a quien reivindiqué por batallar en nuestra América en los tiempos en que un país hegemónico del norte creaba colonias, protectorados y nuevos países, al tiempo que mediante la fuerza quitaba y ponía gobiernos a su antojo.
“Mi texto recrea una época de personajes políticos peculiares, de algún modo idealistas y fascinantes a un mismo tiempo, que inspiraron al colombiano Gabriel García Márquez para escribir su gran novela Cien años de soledad. Le comparto que ´Aureliano Buendía´ no es otro que el general Rafael Uribe Uribe, quien en ese entonces convivía con mi personaje, con Antonio Maceo, José Martí y otros ilustres liberales nacionalistas”.