¿Qué sustancias NO debes usar para limpiar la madera? Evita daños irreversibles

Cuidar la madera requiere saber qué evitar. Conoce cinco productos que pueden arruinarla sin remedio.

| 2025-05-12

La madera no perdona el descuido. Ni el abuso. Y aunque parezca mentira, más de uno la ha estropeado por intentar "cuidarla". Porque no todo lo que limpia, conviene. Y no todo lo que reluce, preserva.

Quien alguna vez frotó un mueble con cloro creyendo que quedaría reluciente probablemente terminó con una superficie opaca, áspera, sin alma. Y así, sin querer, destruyó su mueble en minutos.

Cinco errores comunes al limpiar madera

1. Cloro:

No es exageración. El hipoclorito arrasa con todo: color, barniz, textura. Deja una palidez enferma en la madera. Seca, craquea, mata.

2. Amoniaco

Basta una sola aplicación mal pensada para que el protector desaparezca. Y sin esa barrera, el polvo y la humedad hacen fiesta. En maderas sin tratar, el desastre es cuestión de días.

3. Limpiadores agresivos o "multiusos

La etiqueta dice "para todo", pero no para esto. Contienen ácidos, disolventes, detergentes fuertes. ¿Resultado? Manchas opacas, vetas que se levantan, terminados que se agrietan como tierra seca.

Una mala limpieza puede convertir un mueble elegante en una pieza deteriorada.

4. Siliconas

Sí, brillan. Pero el resplandor es solo un espejismo. Esa capa gomosa atrapa polvo como imán, y con el tiempo es un barniz falso que complica restauraciones futuras.

5. El agua

Lo que entra, ya no sale. La madera absorbe. Se hincha, se tuerce, se mancha desde adentro. Un trapo goteando puede hacer más daño que mil rayones.

¿Y cómo sí se limpia bien?

No cualquier cosa vale a la hora de limpiar tus muebles y superficies de madera. Si quieres mantenerlos limpio cuidando el material sigue estos consejos:

Usar productos incorrectos puede borrar años de brillo en minutos.

¿Y si la madera está "al natural"?

Ahí sí, más respeto aún. Una brocha para el polvo. Nada de frotar, nada de mojar. Si hay grasa, vinagre blanco muy diluido y mucha precaución. Cada gota cuenta. Un error, y la mancha queda tatuada.

No hay segundas oportunidades con la madera. Una mala decisión, un producto mal usado, y no hay vuelta atrás. Mejor preguntar, mejor leer, mejor pensar dos veces antes de aplicar lo primero que encontraste debajo del fregadero.

Y si tienes dudas... mejor no limpies. Espera. Averigua. Tu mueble, tu piso, tu estante de madera te lo va a agradecer.

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