| 2024-04-04
Los meteorólogos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) han pronosticado una temporada de huracanes "extremadamente activa" en el Atlántico para el año 2024. Este pronóstico se basa en las cálidas temperaturas de la superficie del mar y en la menor cizalladura del viento, lo que favorece la formación y el fortalecimiento de tormentas durante el verano y otoño.
Según la proyección de la CSU, se esperan cinco grandes huracanes, definidos como aquellos con vientos superiores a 111 millas por hora (178 kilómetros por hora), de un total de 11 huracanes que forman parte de un total de 23 tormentas con nombre.
De acuerdo con el primer pronóstico de Phil Klotzbach, autor principal del pronóstico de la CSU habrá:
Estas previsiones son seguidas de cerca por las comunidades costeras y las empresas energéticas, dado que el Golfo de México representa una parte significativa de la producción total de crudo y gas natural en Estados Unidos, y casi la mitad de la capacidad nacional de refinado de petróleo reside en sus costas.
Por medio de un comunicado la CSU informó que "Anticipamos una probabilidad muy superior a la media de que grandes huracanes toquen tierra en la costa continental de Estados Unidos y en el Caribe".
En una temporada media de huracanes, se forman alrededor de 14 tormentas con nombre, de las cuales siete se convierten en huracanes y tres en ciclones de gran intensidad.
El año pasado, se desarrollaron tres grandes huracanes de un total de siete huracanes y 20 tormentas con nombre, lo que representó el cuarto mayor número de tormentas con nombre desde 1950. El huracán más dañino fue Idalia, que afectó gravemente la costa oeste de Florida y tocó tierra como huracán de categoría 3.
Este pronóstico de la CSU coincide con otras perspectivas iniciales, como la de AccuWeather, que señaló un 10-15 por ciento de probabilidades de que se formen 30 o más tormentas con nombre en la temporada de huracanes de 2024, que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre.
Phil Klotzbach, autor principal del pronóstico de la CSU, destacó que el año 2024 parece seguir el patrón de otras temporadas de huracanes muy activas. La base de esta previsión radica en las temperaturas superficiales del mar por encima de la media, que alimentan los huracanes, y en el próximo final del patrón meteorológico de El Niño, que trae consigo vientos fuertes capaces de disipar las tormentas en el Golfo de México y el Océano Atlántico.
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