Veracruz | 2023-11-23
El estado de Veracruz, alberga una riqueza de mitos y narraciones de lo "sobrenatural", experiencias que han dejado una impronta duradera en la memoria de sus habitantes.
En una intrigante historia compartida por un taxista en la red social de TikTok a través del perfil Relatos Nocturnos, se desvela un episodio fascinante que dejó marcado al ruletero veracruzano.
El conductor narró que en el año 2007 cuando después de dejar a un pasajero en el popular local nocturno "El Balcón", se encontró con dos mujeres mayores llevando consigo flores características de los velorios.
A pesar de la hora avanzada, las damas le ofrecieron cien pesos para llevarlas a Alto Lucero, un destino a aproximadamente una hora de distancia, una tarifa sorprendentemente baja para semejante trayecto.
Motivado por la empatía y el deseo de no dejar solas a las mujeres en medio de la noche, el taxista aceptó el desafío. Durante el viaje, las misteriosas pasajeras revelaron que se dirigían a un velorio, haciendo hincapié en la peligrosa curva conocida como "6 de enero", escenario de varios accidentes fatales.
Al llegar a la casa amarilla de teja en Alto Lucero, el taxista notó luces encendidas y un féretro en un cuarto, pero sin presencia humana. Aunque intrigado, no le dio demasiada importancia.
No obstante, al regresar, su automóvil comenzó a presentar fallas en la misma curva mencionada, mientras percibía golpes y manipulación en las puertas, todo acompañado de una atmósfera inquietante.
En los días posteriores, el taxista experimentó fiebre, pesadillas y alucinaciones, llevándolo al punto de abandonar su trabajo al caer la noche.
Desesperado, buscó la asesoría de un curandero, quien reveló que las mujeres eran hermanas fallecidas en los años 50 o 60, y la casa que visitó estaba abandonada, ya que sus familiares residían en Estados Unidos.
Esta asombrosa experiencia, compartida en la plataforma de videos TikTok, subraya la complejidad de lo paranormal y lo tangible en la ciudad de Xalapa, donde las leyendas se entrelazan con la cotidianidad, dejando una marca imborrable en aquellos que las viven.
/ct