Roma Italia | 2025-03-07
Cuando un Papa fallece, el Vaticano sigue un protocolo específico para confirmar su muerte. Uno de los pasos más tradicionales y simbólicos en este proceso es el uso del martillo de plata, también conocido como martillo papal.
El procedimiento lo lleva a cabo el Camerlengo, quien es el encargado de la administración de la Iglesia en el periodo de Sede Vacante.
Para confirmar el fallecimiento, el camarlengo golpea suavemente la frente del pontífice con el martillo de plata y pronuncia su nombre de pila tres veces. Si no hay respuesta, se declara oficialmente su muerte.
Por ejemplo, si el Papa en cuestión fue conocido como Juan Pablo II, su nombre de pila era Karol Józef Wojtyła, por lo que el camarlengo lo llamaría así en el rito de confirmación de su fallecimiento.
En el caso de Benedicto XVI, el procedimiento habría incluido su nombre de nacimiento: Joseph Aloisius Ratzinger.
Una vez confirmada la muerte del Papa, se retira el Anillo del Pescador, que es destruido con el mismo martillo de plata para evitar falsificaciones.
Luego, se inicia el proceso de organización del funeral y el cónclave para elegir a su sucesor.
Esta tradición, aunque con algunas modificaciones a lo largo de la historia, se mantiene como parte del protocolo vaticano.
El Papa Francisco, de 88 años, ha estado hospitalizado durante las últimas tres semanas en el Hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral y otros problemas respiratorios.
Recientemente, el Vaticano informó que su estado de salud se mantiene estable, sin nuevas crisis respiratorias ni fiebre. El Pontífice continúa con fisioterapia respiratoria y motora, y ha logrado reanudar algunas actividades de trabajo y oración. Además, está recibiendo tratamiento con terapia de oxígeno de alto flujo durante el día.
Por primera vez desde su hospitalización, el Papa envió un mensaje de voz a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para rezar el rosario. En este mensaje, expresó su gratitud por las oraciones recibidas, aunque su voz se percibió frágil y fatigada.
La Santa Sede ha decidido no publicar imágenes del Papa por el momento y ha anunciado que el próximo informe médico se emitirá el sábado. Mientras tanto, la comunidad católica global continúa brindando su apoyo espiritual a través de oraciones y misas especiales.
Aunque los médicos se muestran cautelosamente optimistas sobre su recuperación, se prevé que el Papa Francisco permanezca en el hospital durante un período prolongado para asegurar su completa recuperación.