| 2024-01-19
Después de todo lo vivido en 2020 con el COVID-19, los cubrebocas no son algo nuevo para nosotros y poco a poco están regresando a ser usados de nuevo.
El uso de un cubrebocas no es exclusivamente para prevenir el COVID, su uso es común en el personal de salud, personal de fábricas e incluso elaboradores de alimentos.
Pero el motivo principal de un cubrebocas o mascarilla es reducir el contagio de enfermedades y su propagación a través de gotas microscópicas en el aire de una persona infectada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), explica que el uso de cubrebocas forma parte de un conjunto de medidas de prevención y control que limitan la propagación de determinadas enfermedades respiratorias causadas por virus.
Algunas enfermedades respiratorias causadas por virus:
COVID-19
Adenovirus
Metapneumovirus humano
Virus respiratorio sincitial (RSV)
Virus parainfluenza
Influenza
El cubrebocas se puede usar en personas sanas que están cerca de una persona infectada y en la persona infectada para no contagiar a otros, buscando usarse en todo momento que exista contacto con alguien infectado.
Durante la temporada invernal este tipo de infecciones se vuelve más común, por lo que es importante que si presentas algún síntoma acudas al médico y tomes medidas preventivas para no esparcir la enfermedad en cuestión.
Personas que tengan síntomas de gripe.
Personas que estén en contacto con un enfermo de gripe u otra enfermedad similar.
Personas que visitan lugares muy concurridos.
En procedimientos clínicos y quirúrgicos que requieren técnica de asepsia.
Es importante ajustar la mascarilla a tu cara sin que queden espacios a los lados, cubriendo boca, nariz y barbilla.
No uses cubrebocas que estén dañados, sucios o mojados. Si es desechable, no lo reutilices y no lo compartas con otros.
Aunque usar cubrebocas ayuda a prevenir estas enfermedades, no es lo único que debes hacer, es necesario adoptar otros hábitos como el lavado constante y correcto de manos y el distanciamiento físico.