| 2025-04-28
Un par de cervezas en la comida, otra más en la reunión con amigos... ¿Qué es lo peor que puede pasar?
A simple vista, no mucho. Pero debajo de la normalización de la bebida se esconde un riesgo silencioso que muchas veces ignoramos. El alcohol, incluso en su forma más popular como la cerveza, no es inofensivo para el cerebro. Aquí te contamos por qué deberías considerar bajarle a tu consumo.
Ocho tragos por semana no suenan tan mal. Sin embargo, incrementan en un 133% el riesgo de sufrir lesiones cerebrales. Lesiones que, para ser claros, no siempre avisan con dolor o mareo. A veces se acumulan calladamente. Y un día, simplemente explotan.
Quizás te haya pasado: olvidar el nombre de alguien o qué ibas a hacer hace unos minutos.
El consumo regular de cerveza, aunque sea moderado, afecta el pensamiento y la memoria. La mente se vuelve más lenta, menos precisa. Los detalles importantes empiezan a esfumarse.
Beber en exceso también puede causar una reducción en tu masa cerebral, con todos los problemas que ello supone.
Esto se acumular con la pérdida de memoria y otras lesiones que provoca el alcohol, deteriorando lentamente tu capacidad cognitiva.
El alcohol no solo altera la mente. También daña los vasos sanguíneos del cerebro. Existe una condición, arteriolosclerosis hialina, que endurece las paredes internas de las arterias pequeñas.
¿El resultado? Menos oxígeno, menos nutrientes. Mayor riesgo de infartos, de pequeños derrames. Todo, silencioso. Todo, acumulativo, como una bola de nieve que crece y crece.
Quizá ahora todo parezca manejable. Pero, a largo plazo, el consumo habitual de cerveza puede abrir la puerta a la demencia. Problemas para organizar ideas, para recordar palabras, para seguir una conversación. No sucede de un día para otro, pero cuando llega... el daño ya no tiene vuelta atrás.
Tampoco se trata de abandonar todo consumo de alcohol, aunque no resulta beneficioso para la salud, su uso en dosis más moderadas no debería suponer ningún problema serio para ti organismo. Aquí algunas recomendaciones que podrían ayudarte:
Porque la vida se disfruta más cuando la mente y el cuerpo funcionan en armonía. Y proteger tu cerebro hoy, es asegurarte calidad de vida mañana.